Durante la temporada decembrina entre las familias, los amigos e incluso en las escuelas y centros de trabajo se acostumbra a realizar reuniones de convivencia; sin embargo; eso no deja de lado que algunas personas puedan sentirse más sensibles y enojarse o deprimirse por diferentes circunstancias.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dentro de las Estadísticas de Defunciones Registradas, durante 2022 se contabilizaron 8 mil 237 suicidios, con una tasa de 6.4 por cada 100 mil habitantes.
Con el fin de disminuir la incidencia en la parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria ofrecen una línea de oración; en la que a través de una llamada telefónica auxilian a las personas que piensan atentar contra su vida.
El padre de la parroquia, Noé Serrano compartió que este servicio inició tras percatarse del incremento en suicidios en su comunidad; desde 2018 han atendido 12 mil llamadas en las que han intervenido para evitar que cumplan su propósito.
La pandemia aumentó las llamadas de auxilio por suicidios
Durante la pandemia fue cuando recibieron más, sobre todo de personas de la tercera edad y de países como Estados Unidos y Colombia.
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Explicó que quienes participan en la Línea de Oración se capacitan para saber aplicar los primeros auxilios psicológicos a través de cursos con tanatólogos y otros especialistas en el área de la salud mental. Abundó que en la mayoría de casos, las personas que atraviesan una crisis buscan ayuda.
Las causas más comunes con las que se encuentran son desolación, tristeza, depresión, desempleo y desamor, así como la falta de acompañamiento. Los números de asistencia son 22 22 64 35 66 y 22 29 08 83 05 con un horario de lunes a viernes y la llamada es completamente anónima.
La señora Ana María, externó que durante la pandemia tuvo crisis de ansiedad, por lo que buscó ayuda en la Línea de la Oración, donde encontró personas que la escucharon y orientaron sobre cómo enfrentar sus miedos e inseguridades; por ello, decidió ser un apoyo para otras personas.
“En ese momento sentí la confianza de poder hablar para decirles todo lo que vivía y encontré apoyo; ahorita, vengo a las pláticas para en un futuro también ayudar a las personas”, comentó.
En la actualidad, Ana María se prepara para conocer los recursos que puede utilizar para orientar a quienes llaman y buscan quien escuche las problemáticas que enfrenta; dijo que al ser un servicio telefónico es más fácil que las personas externen sus emociones porque no se sienten juzgados.
Por su parte, la señora María Del Pilar, quien da sus servicios desde hace 8 años en esta línea de oración, contó que en su experiencia se ha encontrado con gente que está desorientada o desesperada por los problemas diarios, y el más común es el de personas que no tienen compañía.
Invitó a los ciudadanos a unirse al servicio de ayuda, ya que hace falta quien brinde apoyo los fines de semana. Refirió que con esta labor se aprende a ser más humanos y empáticos con las demás personas, acto que aseguró hace falta ante los índices de violencia que se han presentado.
ERV