Este 15 de junio se cumplen 23 años del terremoto que ocasionó daños graves en el patrimonio histórico de Puebla y dejó un recuerdo doloroso para quienes lo vivieron.
El sismo tuvo epicentro en el municipio de Tehuacán, al sureste del estado de Puebla. Aquella tarde del 1999, el reloj marcaba las 15 horas con 40 minutos, cuando el suelo poblano comenzó a vibrar con vehemencia y el miedo imperó en el ambiente.
La tierra no dejó de moverse durante los 45 segundos que duró el sismo de 7.1 grados.
La Puebla de los Ángeles y su patrimonio comenzó a desplomarse
El terremoto dejó severas afectaciones, sobre todo, en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla, en donde los daños fueron visibles en templos, museos y viviendas de los barrios originarios.
El temblor provocó la caída de los pisos del cabildo del Ayuntamiento de Puebla, lo mismo ocurrió con la cúpula del templo de San Agustín.
La vibración causó fracturas graves en la iglesia de La Compañía, el edificio Carolino de la Buap, la Biblioteca Palafoxiana y las torres de la Basílica de Catedral.
El efecto destructivo provocó daños estructurales en un conjunto habitacional en el Infonavit Amalucan, por lo que un edificio tuvo que ser demolido.
El sismo de 1999 en números
El movimiento telúrico dejó más que escombros, cobró 20 vidas humanas entre el desastre y decenas de heridos.
- 34 mil viviendas resultaron afectadas
Hubo daños en 600 poblaciones de la zona conurbada y Mixteca
Grietas en 800 santuarios religiosos
Problemas estructurales en 841 escuelas
Afectaciones en 88 hospitales y centros médicos
A 23 años de los derrumbes, el sismo de 1999 nos recuerda lo vulnerables que somos ante la naturaleza y que los temores aún se reviven.
IGO