La tarde de este lunes 21 de octubre se reabrió la circulación vehicular en el paso a deprimido de la prolongación Comonfort, luego que concluyeron las reparaciones del muro que se colapsó en las pasadas lluvias que llegaron a Torreón a principios de septiembre.
Esta obra, realizada por Industrias Peñoles, requirió una inversión de un millón 800 mil pesos, según dio a conocer Rafael Rebollar, director general de Industrias Peñoles, en la ceremonia en donde se anunció la conclusión de los trabajos y en donde además estuvieron presentes autoridades del municipio de Torreón.
La reapertura se realizó a partir de las tres de la tarde, beneficiando a la población de las diversas colonias vecinas de la empresa Peñoles, asimismo a las operaciones de la misma.
Cabe recordar que fue el pasado martes 3 de septiembre cuando una tromba provocó inundaciones en la zona cercana a la Sierra de las Noas.
Debido a la acumulación de agua en la calle Metalúrgica (que corre entre la barda de una de las plantas de Peñoles y las vías del ferrocarril) se provocó un deslave en el punto donde ésta converge con la calle Comonfort, por lo que se tuvo que cerrar el paso a desnivel de la Comonfort para evitar riesgos a la ciudadanía.
Cabe recordar que inmediatamente que se presentó el incidente, el pasado tres de septiembre, se instalaron soportes metálicos en el paso peatonal y rack para tuberías que cruzan la calle, con la finalidad de evitar que cayeran debido al deslave en esa zona.
También se agregó grava en la parte colapsada para reducir el arrastre de tierra y evitar un daño mayor.
Para atender el deslave se realizaron estudios topográficos y mecánica de suelo, entre otros trabajos de ingeniería, lo que permitió analizar detalladamente las condiciones del lugar y prevenir que se siguiera desplazando tierra, además de evaluar el daño que sufrió el muro de contención.
A partir de este diagnóstico, se valoraron opciones para llevar a cabo las reparaciones, priorizando siempre la seguridad de las personas que participaron en estos trabajos.
El área impactada abarcó 21 metros de ancho y seis metros de alto, por lo que, para hacer las tareas correspondientes, se dividió el espacio en tres zonas: centro, norte y sur, y cada una de éstas en cuatro secciones.
Para prevenir la acumulación de agua en lluvias similares o superiores a las que afectaron este sitio, se dejaron drenes en el muro y se rellenó con grava para facilitar la conducción del líquido hacia los mismos.
De acuerdo con el alcalde Román Alberto Cepeda González, el Ayuntamiento realizó trabajos de recarpeteo y pintura de cordones, además de que habilitará señalización luminosa y limpieza de cárcamo para desalojo de aguas pluviales.