Bryan, un niño que, con 12 años, hará su primera aparición como nazareno en la representación de la Pasión de Cristo este 2023. Es una tradición dentro de su familia participar en la procesión de Iztapalapa, ya que su papá, sus tíos y sus abuelos han tomado dicho papel.
"La verdad me siento bien y pues ahora sí que quiero mantener como que, como que la tradición de aquí de Iztapalapa". Comentó el pequeño.
Para los habitantes de Iztapalapa y de los Ocho Barrios es un honor formar parte de los nazarenos que acompañan al Cristo de la Pasión, una costumbre, la cual cumple 180 años este 2023, que ha pasado de generación en generación y se busca mantener vigente en años próximos.
Otro ejemplo es la historia de Alejandro, quien en su juventud participó como romano en la representación y que hoy en día se volvió artesano de las coronas de espinas usadas dentro de la procesión, un oficio que aprendió de su familia.
"Yo las hago, yo las puse con hilo cáñamo para amarrarlas, porque hay muchos que nomás las agarran y las tuercen y no, es a modo de que se amarren bien para que no se zafen, no las enredan y se zafan, no, tienen que ir amarradas para que no se zafen, estas yo las hago, gracias a Dios mi papá, mis abuelitos me enseñaron a hacer las coronas", Explicó Alejandro.
¿Cuánto cuesta caracterizarse de nazareno?
Los participantes de la representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa tienen que gastar hasta 2 mil pesos para poder personificar a un habitante de Nazaret, quienes acompañan a Cristo durante su recorrido.
La mayor parte del presupuesto se va en la construcción de la cruz que cargan en la representación que se realiza el Viernes Santo, esta cuesta alrededor de los mil 500 pesos dependiendo del tamaño y de la calidad de la viga de madera, pero se pueden comprar de segundo uso con un precio que ronda los 800 pesos.
Luego está el vestuario y los accesorios, el traje de nazareno que consta de una túnica morada y un manto blanco, su precio depende de la talla, para adultos cuesta 200 pesos y para niño 150 pesos; la cinta que se tienen que amarrar solamente cuesta 25 pesos, mientras que los huaraches cuestan, en tallas infantiles, 100 pesos y para adultos tienen un precio de 150 pesos.
Cabe recalcar que, para cumplir con alguna manda, varias personas hacen el recorrido descalzos.
La corona de espinas que utilizan es uno de los accesorios más importantes, no solo por el significado religioso, sino por el hecho que esa es una artesanía que hacen los propios habitantes de los 8 barrios y que cada una de las piezas tienen un precio de entre 35 a 40 pesos, el precio varía entre sí tienen flores o musgo para adornar.
JM