A un día de la explosión en la que resultaron lesionadas siete personas, en un negocio de gorditas en Gómez Palacio, el lugar de los hechos luce desolado, lleno de cenizas y el olor a hule quemado y gas aún se hace presente.
Los dueños del local, aún no quitan las lonas quemadas, sin embargo, resguardaron bajo candado las parrillas y utensilios de cocina utilizados para realizar las tradicionales gorditas laguneras.
Mientras tanto, en la clínica número 51 del Instituto Mexicano del Seguro Social ubicada en la ciudad de Gómez Palacio, permanece internado con afectaciones en el 21% del cuerpo Erasmo Valencia Martínez, hombre de 46 años de edad y trabajador de una empresa transportista que llegó hasta el puesto de gorditas para almorzar.
Erasmo relata que salió del Estado de México a las siete de la tarde del miércoles, su trabajo era transportar carros, sin embargo, la suerte no jugó de su lado y fue una de las víctimas del flamazo ocurrido la mañana del jueves en un puesto de comida en la cuarta etapa de la zona industrial de Gómez Palacio.
Desde la cama en la que se encuentra, Erasmo relata que al momento de la explosión pensó en perder la vida y le resultó irónico que luego de tantos años de sortear los peligros en la carretera, fuera víctima de un accidente, que, a su decir, fue originado por una negligencia, mientras se encontraba almorzando.
La víctima, también relató que hasta el momento no se han presentado los representantes legales de la gasera, situación que le parece injusta, pues él se encuentra lejos de su familia y no tiene recursos para hacerse cargo de los gastos que se tienen a diario.