El Viernes Santo es el segundo día del Triudo Pascual, en el que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Tras la traición de Judas, Jesús es capturado, encarcelado, interrogado y golpeado en el calabozo ‘Gallicantu’, lugar en el que pasa la noche sin poder dormir; sin alimento ni agua, los judíos lo presentan ante el líder romano por la mañana.
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Miembros del ejército judío lo llevan frente a Pilato para que este lo condene a muerte; sin embargo, Pilato se niega y lo envía frente a Erodes, mismo que lo remite de nueva cuenta.
Él consideraba que Jesús era inocente e incluso intentó liberarlo, pero debido a la presión de los enemigos de Jesús, ordenó que el hijo de Dios fuera azotado. Lo anterior no fue suficiente y ante el reclamo de la multitud, lo mandó crucificar para después lavarse las manos, hecho que da origen a la popular expresión que conocemos y usamos hoy en día.
Tras la orden, soldados romanos despojan a Jesús de sus vestiduras y le colocan una corona de espinas en la cabeza, a la vez que es escupido y golpeado. Posterior a ello es forzado a llevar su propia cruz hasta el monte Gólgota
Con lo anterior se da inicio al viacrucis, el cual comprende los episodios más notables de la pasión y está dividido en 14 estaciones entre las que destacan las tres caídas, así como el encuentro con su madre María y la crucifixión.
Según la biblia, Jesucristo murió el Viernes Santo a las tres de la tarde a la edad de 33 años.
¿Qué sucede en las iglesias durante el Viernes Santo?
Este es el único día del año en el que en ninguna parte del mundo se celebra la misa, además como señal de luto no se tocan las campanas de los templos, el padre o sacerdote ingresa al inmueble en silencio y se postra en el suelo con el rostro hacia el suelo.
Posterior a ello se realizan las lecturas, en particular la de la Pasión de Cristo, en la que se ora por las largas necesidades del mundo, así como el Sermón de las Siete Palabras, compuesto por las siete frases que Jesús dijo antes de morir.
Por último, se hace la adoración a la cruz, la cual representa un reconocimiento a la entrega amorosa de la vida de Jesucristo para el perdón de nuestros pecados.
En las iglesias las imágenes se cubren con una tela morada al igual que el crucifijo, el sagrario se abre en muestra de que Jesús no está, también se viste de negro a la Virgen en señal de luto por la muerte de su hijo.
Por la tarde se realiza la procesión del silencio, que consiste en acompañar a María en el mismo recorrido que hizo su hijo en el viacrucis para darle el pésame; una vez culminado el recorrido se reza el Santo Rosario dedicado especialmente al dolor de María.
FM