El escritor español Samir Delgado, avecindado en Durango, México en una forma de exilio voluntario, habla sobre su más reciente libro de ensayo 'Turisferia', ganador del premio “Clavijo y Fajardo” del Gobierno de Canarias, un texto en el que se aborda la resistencia intelectual ante el turismo masivo.
“El libro Turisferia es una defensa de la ecología, defensa del intercambio cultural, de la concordia entre las naciones. Y sobre todo, también una reflexión sobre las nuevas subjetividades que se gestan alrededor de una economía global, donde el turismo es el motor, y donde todo es posible consumirse. Por eso hay que defender la idea que el arte y la literatura, las relaciones de convivencia con el paisaje, con la ciudad, deben de hacerse de un modo creativo y favorecedor de experiencias sociales que sean cosmopolitas, que sean de igualdad”.
Explicó que el arte y la historia genera una versión incompleta de lo que una visita puede generar en las experiencias de los turistas.
“La relación con el arte, la relación con la historia, con la cultura no puede ser una reproducción de la vida; de ser clientes como sucede en toda economía planetaria. Por eso la idea de una resistencia a partir de la literatura, de una reflexión crítica sobre nuestra pauta de comportamiento que se refleja en la idea de la turisferia; se consume de igual modo un catedral que un cuadro de Van Gogh. Y en ese sentido nos damos cuenta de la banalización de la cultura, de arte y de la propia permanencia del ser humano en el planeta”.
Dijo que es una vuelta al origen mediante una ruta intelectual, por las Islas Canarias fue uno de los puntos que detonar la nueva dinámica económica a través el turismo.
“Yo provengo de la ciudad turística de MásPalomas, al sur de Gran Canaria, visitada por 12 millones de turistas al año. Fue un lugar pionero en la apertura a la democracia, a las nuevas economías del turismo y, esta nueva publicación, Turisferia, está escrita a caballo entre México y España, a través de mi estancia aquí en Durango, donde trabajo y vivo. El trabajo es un imaginario turístico y de las economías que se gestan alrededor de la circulación masiva de ciudadanos por todo el mundo, y cómo el arte y la literatura dan cuenta de esos nuevos paradigmas en las representaciones colectiva de la vida en el planeta”.
Sgg.