La tiradora de Jalisco, Alejandra Zavala, vivirá su tercera experiencia en Juegos Olímpicos con la mira puesta en subirse a lo más alto del podio en París 2024, con ilusiones renovadas.
Con una carrera de claroscuros forjada de éxitos que incluyen el levantarse de una violenta experiencia con su ex entrenador y ex pareja sentimental, la versión actual de Alejandra indudablemente es la más fuerte.
Fue en Londres 2012, cuando la nativa de Tala, Jalisco, hizo su presentación en la justa olímpica finalizando en el puesto 18 su participación en la prueba de pistola de aire a 10 metros.
Rio 2016 le presentó la oportunidad de revancha que Zavala no dudó en tomar y mejoró con creces quedándose a dos décimas de subir al podio con 38 puntos, pero la medalla continúa pendiente.
“Mis pasados Juegos Olímpicos, los de Río 2016, los viví con mucho compromiso hacia todos, sí, en lo personal, pero también con mi entrenador, con la gente en México, los directivos. Mi compromiso no será menor, pero ahora es conmigo y mi meta personal, lograr una medalla olímpica. Mis logros en Copas Mundiales, en Panamericanos, Centroamericanos y las clasificaciones a Juegos Olímpicos hablan de una muy buena carrera, pero por qué no tener esa medalla olímpica y decir que también está en mi currículum” dijo.
La actual representa una doble oportunidad de revancha, pues será su regreso tras no clasificar a Tokio 2020.
“Estar clasificada a unos Juegos Olímpicos genera una sensación de mucha alegría. Después de un ciclo olímpico en el que no logré clasificarme cuando estuve tan cerca, me puse como reto sí clasificar para París, ya mis terceros Juegos Olímpicos y las sensaciones son muy bonitas”, explicó.
La triple campeona de Juegos Centroamericanos y del Caribe y medallista de plata en los Juegos Panamericanos Toronto 2015, está más motivada que nunca, inspirada por las nuevas generaciones que siguen de cerca sus pasos, admiración que vive incluso dentro de su propia familia.
“Mi familia está súper emocionada, mis hermanas, mis sobrinas. Para la más pequeña, que tiene 10 años, es extraño porque estoy constantemente viajando en esta etapa y me reclama que por qué no estoy. Mi mamá por primera vez me va a acompañar a unos Juegos Olímpicos y está muy emocionada. Es un ciclo que he dedicado a mis sobrinas, siempre le dedico los triunfos a mi papá, pero vale la pena hacer todo esto para esas dos niñas que están creciendo, conociendo el mundo, que vean que todo lo que te propones se puede lograr”, comentó.
AA