El Gran Premio de Arabia Saudí, el vigésimo primero y penúltimo del Mundial de Fórmula Uno, que se había reanudado desde la parrilla -tras una primera bandera roja, en el circuito urbano de Yeda, a causa del accidente del alemán Mick Schumacher- ha vuelto a quedar interrumpido, esta vez a causa de los accidentes -de nuevo sin mayores consecuencias físicas- del otro Haas, el del ruso Nikita Mazepin, que embistió al inglés George Russell (Williams); y el del mexicano Sergio Pérez (Red Bull), con abandono de los tres.
Inicialmente, se había decretado coche de seguridad tras el primer accidente, el de Mick, lo que aprovecharon ambos Mercedes, los del inglés Lewis Hamilton -que lideraba la carrera- y el finlandés Valtteri Bottas, segundo, para cambiar neumáticos. El neerlandés Max Verstappen (Red Bull), líder del Mundial, con ocho puntos sobre Hamilton, que iba tercero, no lo hizo; por lo que fue el principal beneficiado de la primera interrupción, porque pudo cambiar compuestos durante la parada y afrontó la reanudación de la prueba primero, por delante de los dos pilotos de la escudería de Brackley.
En la resalida, Hamilton adelantó a Verstappen, que lo rebasó saliéndose de los límites de la pista, por lo que el neerlandés se verá forzado a devolver posición al inglés cuando se reanude la carrera, interrumpida cuando el francés Esteban Ocon (Alpine) había rebasado a ambos. Ocon saldrá primero en la reanudación, por delante de Hamilton y de Verstappen, tercero en la parrilla.
A 'Checo', que había parado a cambiar neumáticos durante la entrada en pista del coche de seguridad, le tocó por detrás en la resalida el monegasco Charles Leclerc (Ferrari), por lo que el piloto tapatío se accidentó y tuvo que abandonar.