No tenían margen de error este domingo los Golden State Warriors, después de las dos humillaciones sufridas ante New York Knicks y Brooklyn Nets, y los vigentes campeones de la NBA dieron la cara en casa al imponerse por 123-109 a los Memphis Grizzlies, terceros en el Oeste.
Es una temporada de dos caras para los Warriors, el peor equipo de la NBA fuera de casa (3-16) y el mejor en casa (16-2), igualados con los Grizzlies.
Se transforman en San Francisco los hombres de Steve Kerr, que sobrevivieron a la baja por lesión de hombro de Steph Curry y triunfaron liderados por los 32 puntos de Jordan Poole, en un auténtico festival de faltas técnicas, hasta cinco para los campeones NBA.
Poole terminó expulsado, pero fue decisivo en la victoria de los Warriors con 32 puntos, tres rebotes y dos asistencias, apoyado por los 24 puntos, nueve rebotes y cuatro asistencias de Klay Thompson.
Además, Draymond Green, al que también fue pitada una técnica, se lució con un doble doble de trece rebotes y trece asistencias, a los que sumó tres puntos, fruto de un triple.
La actuación de los Warriors dejó sin premio a Ja Morant, que aportó 36 puntos, siete rebotes y ocho asistencias en su debut en el programa navideño de la NBA.
Morant se convirtió de esta forma en el segundo jugador en la historia de la NBA capaz de aportar al menos 35 puntos, cinco rebotes y cinco asistencias en su estreno en el día de Navidad, después de Kareem Abdul-Jabbar.
Rja