Con cánticos y abrazos, capitalinos enfrentan eliminación de México de Qatar 2022

En el Monumento a la Revolución, los aficionados de la Selección Mexicana disfrutaron del último Fan Fest en el que el Tri participará; aquí te contamos cómo se vivió.

Aficionados en Fan Fest del Monumento a la Revolución / Juan Carlos Bautista.
Ciudad de México. /

Vuelve el sentimiento una y otra vez: cada cuatro años. México, para variar, fue eliminado en la fase de grupos del Mundial de Qatar 2022. En el Monumento a la Revolución, miles de aficionados, miles de mexicanos, miles de aficionados –y los no tanto- se unieron para ver a su equipo fallar.

México contra Arabia Saudita, duelo de equipos eliminados, fue proyectado en el Corona Fan Fest de la Ciudad de México. A la Plaza de la República, otra vez, llegaron personas con sus disfraces: sombreros, máscaras, pelucas de chinos y botargas.

En comparación a partidos anteriores, los presentes no innovaron en su vestuario; lo único que cambió es la forma en la que se encaró al destino. Durante Qatar 2022, los aficionados mostraron su falta de motivación, el miedo a algo que podía pasar sin que nadie tuviera la responsabilidad de evitarlo: un papelón de la Selección.

Pese al deseo de miles, el rezo de millones más, México quedó eliminado. Con ese escenario, de entre los asistentes, apareció un hombre pequeñito, su playera blanca gastada, sus tenis negros; todo rematado por unos lentes desproporcionados para sus ojos escondidos entre las arrugas. Su nombre, Miguel.

Jugaron como nunca, perdieron como siempre.

Aficionados en Fan Fest del Monumento a la Revolución / Juan Carlos Bautista.


Con timidez, Miguel llegó para gritarle a los muñequitos que se veían decepcionados en la televisión. En una mano, una copa del mundo de plástico; en la otra, un letrero triste que contenía, mas que una exigencia, una llamada de atención: “Soy Miguel, quiero que me den un abrazo bien fuerte”.

El letrero pasó inadvertido por la mayoría de personas que pasaron a su lado, hasta que una nena, de seis o siete años, se atrevió a romper las distancias con Miguel. Ambos se fundieron en un abrazo inocente que duró segundos.

En ese momento, el cartelito cobró toda su razón de ser: ayudar con un abrazo a quienes lo necesitaran y a quienes no. El resultado de la Selección le quedó a deber a su gente, como casi siempre; sin embargo, en esta ocasión, el silencio burbujeante tras el silbatazo final pudo ser llevadero gracias a su gente.

Don Miguel se convirtió en una especie de celebridad entre la adversidad, luego de la niña, unos muchachos lo abrazaron juntos, una mujer mayor aceptó adoptarlo entre sus brazos, otros más esperaron su turno para tomar a ese hombre, quien no negó un solo apapacho.

Entonces y no gracias a los goles, don Miguel dibujó una sonrisa en su apretado rostro. Entonces y no gracias a los goles, el cartel de don Miguel fue útil. Entonces y no gracias a los goles, los extraños perdieron el miedo a abrazar a un extraño, de sentir el calor de alguien con el que compartimos un gusto, aunque sea.

La trampa estuvo en que México logró hacer dos goles y se puso a sólo uno de llegar a octavos de final. Estar en esa situación pudo confundir a más de uno, pues esta vez México no era el equipo nervioso durante los últimos minutos. Pasó de víctima a potencial asesino y a los aficionados ese rol les agradaba.

Jugaron como nunca, perdieron.

El futbol es una fiesta

En últimos días, donde todos hablan y respiran futbol, un analista del deporte indicó que en México el Mundial se vive diferente, pues más allá del balompié, a los compatriotas nos gusta todo lo que rodea al partido, las fiestas, la convivencia, las reuniones.

El futbol trae consigo, cada cuatro años por lo general, una fiesta muy diferente, pues no estamos divididos. A todos nos entra la misma ilusión, que esta Selección logre lo que las otras no.

Nos gustan las fiestas: lugares en los que no existen las distinciones o las clases sociales, no hay orden, leyes o poder.

“No, aparte yo soy de desmadre, me encanta la peda (…) Que le echen huevos, que no mamen, que no digan mamadas, Mary Jane. No, pues respeten la Bandera de México. Yo soy mexicana, pero me encanta México, tiene mucha cultura y tiene muchos huevos México”, dijo la Abuela de Tepito, asistente al Fan Fest.

Fue gracias a esa fiesta que don Miguel pudo ser abrazado para su sorpresa. Fue gracias a la fiesta que una familia completa viajó desde Cancún, Quintana Roo, a la Ciudad de México, pese a que no sabían qué resultado le convenía a la Selección.

“De Cancún, Quintana Roo, de Cancún. Venimos a la fiesta, de vacaciones. Hay que aventarle todas las vibras para que gane, pues claro”, aseguró una madre de familia.

La popularidad del futbol 

El gran responsable de la hecatombe ya había sido identificado en días anteriores con nombre y apellido por los asistentes al Fan Fest: Gerardo Martino. Por, entre otras cosas, su actitud, sus cambios y la forma en la que entiende un deporte que todos podemos disfrutar.

Ahí radica, supongo, la popularidad del futbol. Todos podemos verlo y emocionarnos. Nadie requiere de tanto contexto, los jugadores que son buenos resaltan al ojo. Nadie necesita saber todas las reglas escritas en un libro de la FIFA.

Para muchos niños, durante el recreo, les basta una botella y dos mochilas para encarar a sus compañeros, correr, anotar, jugar; para otros, en cambio, los suelos millonarios y los estadios llenos, parecería, no les es suficiente

Jugaron como nunca.

¿Cuauhtémoc Blanco para entrenador?

México es una Selección de jugadores veteranos; está formada de futbolistas que, hace años, prometían un cambio y ahora detienen todo cambio por aquello que siguen prometiendo.

“No hay que estar pensando en que Vela, en que el Chicharito, que los europeos. No, ya esos son famosos, esos se cuidan más y los jóvenes luchan más, traen más esfuerzo, más ganas de jugar un Mundial. Los europeos nomás se cuidan de no fracturarse porque su equipo se los pide”, aseguró don Jorge Varela, de 63 años.

De acuerdo con las personas que acudieron al partido de México contra Arabia Saudita, antes habían mejores futbolistas en la Selección.

Sin embargo, puedo recordar, la falta de gol, las fallas y los resultados no cambiaron a lo largo de los años. Pese a ello, la Abuelita de Tepito cree que si Cuauhtémoc Blanco regresara como director técnico, la cosa sería diferente. Otra vez el villano señalado, el entrenador y su falta de tacto.

“Por el técnico. La verdad me encanta lo que hacía Cuauhtémoc Blanco. Cuauhtémoc Blanco los motiva, aunque sea con groserías, pero motiva. Eso es lo que se necesita, alguien que diga ‘cámara, cabrones, es con todo y recio’. Sí, que vaya a la Selección. La verdad lo prefiero de técnico de México. Ojalá lo agarren, que lo agarren para la Selección”, pidió la Abuela de Tepito.

Gabriel García Márquez dijo, en El Amor en los Tiempos del Cólera, que “el amor se hace más grande y noble en la calamidad”. Qué envidia resumir a la Selección de México con una frase.

Jugaron.

KT​

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