Francia se dio un auténtico festín y aprovechó la fragilidad y debilidad de Gibraltar, que jugó con un jugador menos desde el minuto 18, para firmar una goleada de escándalo (14-0) e histórica, acompañada de varios récords, como el del resultado más abultado en la historia de los partidos de clasificación para una Eurocopa o un Mundial.
La selección francesa, que se aseguró el primer puesto y ser cabeza de serie en el sorteo de la fase final de la Eurocopa, batió su registro de goles (el anterior era un 10-0 ante Azerbaiyán de 1995), también superó la marca de más tantos en una clasificación para una Eurocopa (el 0-13 de Alemania a San Marino de 2006) y la de goles anotados en la primera mitad (siete, la anterior marca era de seis en tres encuentros).
Además el debutante Warran Zaire-Emery, que marcó el tercer tanto 'bleu', al cuarto de hora, se convirtió con 17 años, 8 meses y 10 días en el goleador más joven en marcar en un partido oficial con la camiseta de Francia.
Tal como había anunciado, Deschamps sacó de inicio un 4-2-3-1, con el jovencísimo atacante del París Saint Germain que acompañó a Rabiot en el centro del campo; mientras que arriba Coman, Griezmann y Mbappé secundaban a Thuram en busca del gol.
Y los goles no tardaron en llegar, con dos tantos apenas un minuto. Primero fue Santos (m.3) en un desgraciado rechace en propia meta, y luego Coman aprovechó solo un minuto un deficiente despeje de Coeling.
En un suspiro, Francia había hecho inútil el despliegue defensivo de los modestos gibraltareños, con los diez jugadores de campo en dos líneas muy juntas delante de su portero.
El partido se acabó en el minuto 16, cuando el debutante Warran Zaïre-Emery anotó el tercero y el defensor que le golpeó en el remate, Santos, fue expulsado con roja directa. El joven del PSG se lesionó y tuvo que ser sustituido.
A partir de ahí, los goles de Francia fueron llegando de forma casi natural, dada la enorme diferencia de calidad de los galos, ayudada por su superioridad numérica.
Mbappé de penalti, Clauss en un disparo desde fuera del área y Coman y Fofana tras jugadas elaboradas dejaron el 7-0 que lucía el marcador al descanso, que pudieron ser más si los franceses hubieran estado más acertados en el remate.
Francia salió en el segundo tiempo dispuesta a romper su récord. Deschamps declaró en la televisión francesa en el entreacto que la mejor forma de respetar al rival era tratar de marcar el mayor número posible de goles y sus hombres cumplieron a rajatabla sus instrucciones.
Pero durante el primer tercio de la segunda parte el desacierto galo y algunas paradas de mérito del meta Coleing -especialmente un mano a mano ante Griezmann- frenaron a los "bleus".
Rabiot estrenó el marcador del segundo acto (m.63) y Coman siguió justo después (m.65) tras una pared con Mbappé. Francia parecía estar en un entrenamiento contra un equipo de juveniles y jugaba para gustarse.
Los goles siguieron llegando sin demasiado esfuerzo. Dembelé igualó el récord francés en el minuto 73 y Mbappé lo superó apenas un minuto después.
Olivier Giroud, que había salido por Marcus Thuram, quiso sumarse a la fiesta, pero su tanto en el minuto 78 fue invalidado por un fuera de juego sumarísimo.
Mbappé anotó la docena (y su tercero particular) con un espectacular disparo muy lejano que superó por alto a un adelantado Coleing.
Y Giroud se resarció anotando los dos que completaron la cuenta en apenas dos minutos; el último con una chilena en el área pequeña, para cerrar un festival francés que hace preguntarse si este tipo de partidos tiene sentido.
AM