A base de sangre, sudor y mucho esfuerzo América consiguió levantar su título catorce en la historia, apenas en el primer torneo de André Jardine como entrenador azulcrema, derrotando a los Tigres por marcador de 3-0 (4-1).
Unas Águilas pasivas por momentos, trabajaron el encuentro ante unos Tigres que buscaron estirar lo más posible el cronómetro, pero que con la expulsión de Raymundo Fulgencio terminaron por inclinar la balanza en los tiempos extras.
Con la euforia y emotividad característica de un partido como este, entre dos importantes equipos que han sido protagonistas durante toda una década, Águilas y Tigres llegaron al duelo de vuelta de la gran final del Apertura 2023, en la búsqueda de un título más para sus vitrinas.
Alrededor de 74,954 personas convirtieron el Azteca en un hervidero de pasiones, desde el inicio del encuentro, que arrancó cuando Adonai Escobedo hizo sonar su ocarina.
Tigres tomó pronto la iniciativa, con disparo que prendió de aire Gignac a los nueve minutos y que pasó muy cerca del arco que defiende Luis Ángel Malagón, el meta purépecha se lanzó pero solo para vigilar.
Apenas pasó un minuto y Quiñones intentó tras una serie de rebotes, recuperó el balón y con un disparo desde el borde del área que pasó por encima de la portería de Nahuel Guzmán.
A los 27 minutos América pudo tomar ventaja sin embargo, El Patón se convirtió en factor al atajar un potente disparo de volea de Diego Valdés, tras un centro de Julián Quiñones, que parecía el uno por cero.
Tigres respondería siete minutos después, en un centro a segundo poste apareció la figura de André Pierre, que de cabeza remató a menos de un metro de la línea de meta, pero no contaba con la estirada de Malagón que a bocajarro reaccionó para negarle el gol de la ventaja al francés.
Casi por acabar el primer tiempo Julián Quiñones tuvo el gol de la ventaja en su cabeza, tras un potente centro de Henry Martín, el méxico-colombiano remató incómodo y terminó pasando a un costado del arco universitario.
Sin cambios y con un ambiente tenso en las gradas la segunda parte arrancó, esa misma tensión comenzó percibirse en la cancha, ambos equipos arriesgaron menos, aunque América con mayor iniciativa al ataque pero poca claridad.
El cronómetro continuó su marcha y de poco la gente en las gradas del Azteca comenzaron a hacer su trabajo, “Mi corazón pintado bicolor” retumbó en el Coloso.
Tigres aumentó la tensión en el Azteca, un potente disparo de Rafael Carioca cimbró el travesaño del arco de Luis Malagón a los 70 minutos, el arquero michoacano ya no tuvo capacidad de respuesta ante el misil del brasileño, el poste salvó a Las Águilas.
Pronto respondieron los de Jardine, a través de una jugada individual de Álvaro Fidalgo, el Maguito avanzó desde medio campo, hasta plantarse frente a frente a Nahuel Guzmán por la banda izquierda, disparando aunque ya sin ángulo consiguió un tiro de esquina.
El juego tomó otro camino a los 80 minutos, cuando en una jugada cercana a la banda Raymundo Fulgencio soltó un manotazo a Julián Quiñones, inmediatamente Adonai Escobedo sacó la tarjeta roja, y tras ratificar su decisión en el VAR, Tigres se quedó con diez elementos en cancha y con mucho tiempo aún por jugar.
Aunque con la superioridad de jugadores en la cancha se esperaba que América fuera un vendaval, las oportunidades azulcremas fueron pocas, Diego Valdés intentó con un disparo dentro del área, que Nahuel Guzmán atajó con el pie izquierdo.
El agregado sumó 9 minutos más de emociones, el “Vamos América” comenzó a escucharse en el Azteca, para intentar contagiar a los once vestidos de amarillo y crema, sin embargo, Las Águilas no arriesgaron y el empate a cero se mantuvo hasta el final del tiempo reglamentario.
Los tiempos extras comenzaron con un América tirado al frente y muy pronto encontró su recompensa, Julián Quiñones marcó el gol de la ventaja azulcrema tras un rebote que dejó el arquero azulcrema.
La situación se puso más difícil para la visita cuando en un acto de desesperación Nahuel Guzmán, regaló su segunda tarjeta amarilla por obstruir a Julián Quiñones, Tigres sin uno de sus grandes líderes se quedaba con nueve en el terreno de juego.
Con dos más de ventaja, América se hizo amo y señor del partido buscando alargar la ventaja, y esta llegaría con el gol de Richard Sánchez que de derecha venció a Felipe Rodríguez para el dos a cero que ponía muy cuesta arriba el segundo tiempo extra a Tigres.
La tónica del tiempo extra complementario fue la misma, América se hizo dueño del balón y los oles despertaron en la tribuna, en donde miles de aficionados ya se sabían campeones, y lo manifestaban al grito de “campeón, campeón”.
La fiesta no estaba completa y es que Jonathan Rodríguez cerraría la cuenta al marcar el tercer gol de la noche.
El tiempo avanzó y parecía solo cuestión de trámite, hasta que Adonai Escobedo pitó el silbatazo final, y André Jardine cumplió con la misión asignada el 21 de junio de 2023, abrir las vitrinas del club luego de cinco años para colocar la estrella número catorce de liga.
Rja