Borussia Dortmund vence 3-1 al Hoffenheim para mantenerse en la cima de la Bundesliga

El Dortmund, que obtuvo su tercera victoria consecutiva, le pone presión al Bayern Múnich y al Bayern Leverkusen por el liderato.

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Redacción, Deportes /

El Borussia Dortmund aprovechó cada error del Hoffenheim, resistió los ataques de su rival y logró una victoria que seguramente no mereció para presionar al Bayern Múnich y al Bayer Leverkusen, mientras espera los resultados del sábado desde el liderato provisional de la Bundesliga, pendiente de tantos marcadores que es improbable que lo sostenga al final de la actual sexta jornada (1-3).

No jugó bien. Ni siquiera se sintió dominador del partido en ningún momento. Ni con el 0-1 ni mucho menos con el 1-2. Incluso, soportó durante más de 20 minutos la inferioridad numérica provocada por la exagerada segunda amarilla a Bensenbaini por desplazar suavemente un balón que ya estaba fuera del terreno de juego. Demasiado para una expulsión. La primera amonestación la vio cuatro minutos antes. En el 71, a la ducha.

Aun así, aguantó el Dortmund, que obtuvo su tercera victoria consecutiva. Todavía es invencible aún en esta edición de la Bundesliga. A la vez, sólo ha perdido uno de sus últimos 25 encuentros de esa competición, entre los últimos 19 de la pasada campaña y los seis del actual ejercicio. Nada más el Bayern, en el 4-2 del 1 de abril, lo ha doblegado en el torneo desde entonces hasta ahora, aunque este viernes bien pudo haber perdido de nuevo.

Indudablemente, venció por los errores del Hoffenheim, que terminó con su racha de cuatro triunfos seguidos que lo habían propuesto, incluso, por delante en la clasificación del Dortmund hasta precisamente esta jornada.

Casi cada gol fue precedido de un fallo definitivo, crucial para el desenlace de esas jugadas. Casi cada ocasión del Dortmund, salvo el remate de Malen al cuarto de hora, otro de Adeyemi ya en los instantes finales o el 1-3 de Ryerson, con todo ya casi resuelto, sus otras dos oportunidades terminaron adentro, en ambos casos con mucho más demérito del equipo defensor que mérito del goleador, aunque él también se equivocó en el gol de su oponente.

Primero erró el Hoffenheim. Un saque de banda en su territorio fue un jeroglífico para Brooks, cuyo espantoso control con el pecho fue aún peor por la presión de Brandt. El balón quedó solo para Fullkrug, que batió al portero contrario con un certero tiro. No suele perdonar ocasiones así el goleador fichado al Werder Bremen. Su primer tanto de amarillo.

Después, en el minuto 24, falló el Dortmund. En concreto, Matt Hummels. El héroe del triunfo hace dos jornadas contra el Friburgo (2-4) cometió una torpeza. Primero, cuando su pase en la defensa lo adivinó y se lo apropió Anton Stach. Luego cuando se lanzó al suelo, a la desesperada, para enmendar el daño, al cometer el penalti sobre el mismo jugador. La pena máxima la lanzó perfecta Kramaric. Sutil, con la derecha, indescifrable para Kobel.

Ahí creció el Hoffenheim, mejor sobre el terreno. En defensa y en ataque. Más profundo, más productivo, con más sensación de amenaza sobre el marco rival. Le faltó el pase o el remate final, casi siempre bloqueado por el conjunto amarillo, que bastante ya tenía entonces con defenderse como aparecer por el otro área, del que ya había desaparecido.

Hasta el borde del descanso, en el minuto 48, cuando Malen desbordó dos rivales por la banda izquierda. Su centro no parecía para tanto hasta que el portero Baumann lo despejó mal, al medio, a donde jamás debe ir. Ahí aguardaba Marco Reus para empujar el 1-2. Demasiado premio, quizá, para el Borussia Dortmund. También demasiado castigo, probablemente, para el Hoffenheim, víctima de sus propias concesiones defensivas.

No tuvo tampoco tino Promel en el primer testarazo de la segunda parte. La respuesta de Kobel fue agil, pero su remate demasiado centrado. Otro mérito más del Hoffenheim para, al menos, el empate, como el lanzamiento de falta directa a la escuadra de Skov, instantes después. No alcanzó el portero del Dortmund. Lo repelió la cruceta. Un alivio para el equipo amarillo, que no sólo aguantó después, incluso con diez, sino que marcó el 1-3 por medio de Ryerson, en una trepidante jugada individual. Un golazo.

Rja


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