Aún no funciona del todo como debería el Chelsea, que ganó tiempo frente al último de la clasificación, el Sheffield United, al que venció en la segunda parte, por medio del cambio de ritmo de Raheem Sterling y del gol de Cole Palmer, que también dio el 2-0 a Nicolas Jackson para aliviar el momento del equipo londinense.
Así se repuso de dos derrotas seguidas y venció su segundo choque en las últimas seis jornadas; aún lejos de la situación más acorde a su potencial, tan lejos del liderato, a 15 puntos ahora del Liverpool, y en una posición menor en la tabla que una victoria contra el colista de la tabla tampoco es nada concluyente para establecer su reacción.
El Chelsea compite en un alambre. A un detalle de ganar. A un detalle de perder. Esa es la realidad actual del equipo de Mauricio Pochettino, que camina intranquilo por la banda, pendiente de que su conjunto logre la constancia, la claridad, el desborde y la fortaleza que se presupone por su inversión, sus futbolistas y su historia, campeón europeo en 2021.
No hace tanto de entonces. El equipo es completamente distinto. Hoy es un proyecto en construcción, pero también en rehabilitación, tan dañado por el caótico curso de la pasada campaña, tan revolucionado y transformado, que su reencuentro con la elite aún está pendiente, quizá más que una cuestión de tiempo y de adaptación. Necesita mucho más.
En el 79 por ciento de la posesión que dispuso en el primer tiempo, en su 91 por ciento de precisión en el pase, tan solo conectó un tiro entre los tres palos. Nada más. No sólo eso, sino que, entre alguna acción de Nico Jackson, un tiro de Gallagher, la suplencia de Enzo Fernández, una jugada de Mudryk, el Sheffield generó la misma sensación de peligro, aunque más espodárica, sobre todo con el intento de Archer con el que tembló el Chelsea.
Cierto que ni siquiera fue a portería. Ningún tiro del conjunto visitante en 45 minutos lo hizo. Nadie probó las manos ni los reflejos de Djordje Petrovic, el sustituto del lesionado Robert Sánchez. Fichado por 14 de millones de euros al New England Revolution de la MLS estadounidense el pasado verano, es la oportunidad del guardameta serbio de 24 años.
No sirven de excusa las numerosas bajas que sufre (Marc Cucurella, Reece James, Robert Sánchez, Trevoh Chalobah, Ben Chilwell, Carney Chukwuemeka, Wesley Fofana, Lesley Ugochukwu, Noni Madueke y Romeo Lavia) para que el Chelsea hubiera disparado solo una vez a portería en más de 50 minutos, cuando logró el 1-0. En su segundo remate. En el 53.
No tardó mucho más en resolverlo todo, con el pase de Cole Palmer y el remate de Jackson, tras una acción de Sterling, para firmar el 2-0 y la sentencia del encuentro en el minuto 60.
MPP