Parece ser que el equipo de Borussia Dortmund sigue dañado animicamente tras la goleada en la jornada 3 de la Champions League cuando tenía sobre las cuerdas al Real Madrid, y en cuestión de minutos el marcador se le vino en contra con un 5-2, y este sábado le tocó perder ahora en la Bundesliga.
Los negriamarillos cayeron 2-1 ante Augsburgo, en un duelo en el que volvió a exhibir la fragilidad mental que tanta factura le pasó en el Santiago Bernabeu durante la jornada 8 del campeonato local.
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¿Cómo se dio la derrota del Dortmund ante Augsburgo?
Tras la dolorosa remontada recibida el pasado martes, los de Nuri Sahin necesitaban mejorar la maltrecha imagen que dejó la segunda mitad en el coliseo blanco, pero lo que hicieron fue empeorarla todavía más en la competición doméstica.
Los 'borussers', que siguen sin conocer la victoria fuera de sus dominios en tierras germanas, salieron concentrados desde el pitido inicial y, tras una recuperación en medio campo de Julian Brandt y una gran combinación entre Malen y Guirassy, el neerlandés superó al meta croata Labrovic para colocar el primer tanto en el luminoso a los cuatro minutos.
Sin embargo, como tantas veces le ha ocurrido al conjunto dirigido por el turco, volvió a aflorar la indolencia que le caracteriza. Primero, con un par de atrevimientos e indecisiones de Kobel con el esférico que estuvieron cerca de lamentar.
Y luego, a los 25 minutos, cuando el mediapunta francés Claude-Maurice agarró la pelota en el medio campo y, después de una conducción sin que le encimara ningún defensor del Dortmund, golpeó desde lejos, fuerte y raso, a un esférico al que no pudo llegar el cancerbero suizo.
El empate puso sobre aviso al irregular combinado del oeste de Alemania, con la mente aún pendiente de lo acontecido en la capital de España. De la mano de la privilegiada habilidad de Brandt, tanto para el pase como para los desmarques, el subcampeón de Europa trató de retomar la iniciativa en ataque.
A la vuelta de vestuarios, con las incorporaciones de Gross y Emre Can para aclarar la desordenada sala de máquinas, el Borussia trató de desplegar un mayor control a la compleja situación, pero lo que halló fue todo lo contrario.
Un despeje defectuoso del propio Can, actuando de central, al pico izquierdo del área, fue rematado con una rosca perfecta de nuevo por Claude-Maurice para poner por delante al Augsburgo. Y en la siguiente acción, a punto estuvo de ampliar la ventaja, pero Tiezt no acertó a empujar un el esférico en boca de gol a pase de la muerte.
El partido se le iba de las manos a los de negro y amarillo. Sin ideas ni capacidad para hilvanar jugadas colectivas de peligro, su desempeño recordaba al segundo tiempo en el Bernabeu, mientras que su encendido oponente no daba tregua para seguir sometiéndolo.
Instantes después, Guittens pudo poner la igualada para el Dortmund, cuando un esférico rebotado en el área cayó en sus pies, completamente solo, pero su resolución en el mano a mano se saldó con éxito para Labrovic.
El tiempo se consumía a la medida que aumentaba la desesperación del Dortmund, que continuaba sin ser capaz de darle sentido al arreón final. Ni con 9 minutos de añadido lograron generar una oportunidad de verdadera claridad para sumar el empate y cosecharon una derrota más que comienza a descolgarlos de la zona alta de la tabla.
MPP