Antoine Griezmann, al borde del llanto tras ser el goleador histórico del Atlético de Madrid

El futbolista francés ya es una leyenda total del conjunto colchonero.

Foto: EFE
Redacción /

Antoine Griezmann, delantero del Atlético de Madrid y homenajeado este jueves en el estadio Cívitas Metropolitano por ser el máximo goleador de todos los tiempos del club, recordó que "tenía ganas de llorar" cuando marcó el tanto número 174 con el que superó el récord de Luis Aragonés en la Supercopa de España contra el Real Madrid, el pasado 10 de enero.

"Me acuerdo en el descanso, que el Cholo (Simeone) habló, los compañeros hablaban y yo tenía ganas de llorar. Estábamos en el partido, con los nervios del encuentro. Y es después del partido, con ganas de llorar, cuando vuelvo a pensar en todos los primeros minutos y cómo nos costó a mí y mi familia ser un jugador importante", rememoró.


"Todo parte de la gran asistencia de Rodri (De Paul). Al final, no soy un gran regateador. Vi a Rudiger de frente y me salió ese regate. Al final, con la derecha intenté tirar lo mejor posible y con suerte fue gol. Me salió así, de causalidad, porque no soy un gran regateador. Al final, vas viendo compañeros que los hacen, partidos por la tele y se te queda algo en la cabeza y me salió así", rebobinó el atacante francés.

Aquel gol en Riad, con una bonita acción individual culminada con un derechazo, fue en el minuto 37. Una diana para la eternidad en el Atlético. Ya la divisaba en la pretemporada. "Ya iba avisando a los compañeros que iba a tirar muchas veces a portería. Sabía que estaba cerca. Sin querer, tiras más a portería; vas buscando más el área rival. Cuando estás a uno, estás ansioso. Mi último deseo era hacerlo aquí en casa, pero nos tocó en Arabia", explicó.


"Hay muchos nombres y leyendas del club, que han marcado épocas aquí, y estar yo tan arriba es algo que me da mucho orgullo y disfruto cada día", contó en el programa de televisión que diseñó el Atlético en el auditorio del estadio Cívitas Metropolitano para honrar a su máximo goleador de la historia, en unos días sin partido entre semana.

Acompañado de su familia, todos sus compañeros, con la presencia de las hijas de Luis Aragonés y Adrián Escudero, los goleadores históricos (173 y 169 tantos, respectivamente), a los que ha dejado atrás Griezmann, de leyendas del club y de representantes de los equipos de la Academia del Atlético, con los que también compartió un momento en el escenario, el atacante explicó qué sabía de Luis Aragonés cuando llegó al club en 2014.


"Un gran entrenador que había ganado en todas partes. Al final, te das cuenta de lo que representa Luis cuando llegas aquí. Hay un montón de frases suyas en el estadio. La mítica frase de no se pisa el escudo. Vas aprendiendo. Todos los niños de la cantera igual. Admiración hacia él. Para mí, era una leyenda y una meta para mí, poder llegar lo más cerca posible de igualar los goles. Es bueno tener gente que te lleva al límite, a ser mejor", dijo.

MP


 

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