Entre cánticos, gritos y fuegos artificiales, cientos de miles de personas marcharon este domingo por la principal avenida de Buenos Aires para celebrar en las inmediaciones del Obelisco el título mundial conseguido por Argentina en Catar.
Nada más terminar el increíble partido disputado en el estadio de Lusail, definido con una agónica tanda de penaltis que se volcó en favor de la Albiceleste, innumerables columnas de gente comenzaron su peregrinaje hacia uno de los puntos más simbólicos de la capital.
La mayoría de estos iban ataviados con la camiseta de su país -casi todas con el dorsal 10 de Lionel Messi- y los fanáticos también portaron banderas, gorros, bufandas y elementos sonoros.
"Me siento muy feliz. La verdad es que estuvimos esperando por esto mucho tiempo, quizás me muero y no hay otro Mundial para ganar, así que acá estamos, ¡aguantando a Argentina, loco!", aseguró a EFE Bernardo, uno de los múltiples hinchas que salieron a las calles a festejar el triunfo de Argentina.
"Merecimos ganar siempre, el pueblo lo necesitaba", sostuvo, por su parte, Eduardo, quien no pudo terminar la frase sin ser abrazado por su nieto.
Qatar 2022 se transformó en el Mundial de Messi, quien anotó dos tantos en la final ante Francia, otros cinco en los anteriores partidos y se adueñó del Balón de Oro como mejor futbolista del torneo.
Pasaron más de dos horas desde el final del partido y transitar caminando por el centro de Buenos Aires se convirtió en una tarea casi imposible por el poco espacio que hay para avanzar.
Peor es la situación para quienes llegaron hasta allí en automóviles, aunque esto poco parece importar a los fanáticos, que acompañan la marea blanca y celeste con bocinas.
De fondo, cualquiera que se acerca hasta el lugar puede oír de voz de los hinchas todas las canciones que acompañaron a la selección durante el último mes con una de estas como la gran estrella:
"Muchachos / Ahora nos volvimos a ilusionar / Quiero ganar la tercera / Quiero ser campeón Mundial / Y al Diego / Desde el cielo lo podemos ver / Con don Diego y con la Tota / Alentándolo a Lionel", sigue escuchándose en las calles.
Resonó más alto que nunca tras la victoria en un partido que comenzó con sabor dulce para Argentina y que llevó a los hinchas a las calles de manera temprana.
Tras el 2-0 por los goles de Messi y de Ángel Di María, cientos de fanáticos se volcaron a las calles al finalizar la primera parte y adelantaron sus festejos por 45 minutos.
Sin embargo, en el comienzo del segundo tiempo volvieron a acercarse a los televisores y las calles quedaron semivacías por poco más de una hora.
Finalmente, el remate de Gonzalo Montiel en el cuarto penalti que tuvo Argentina en una tanda en la que Francia falló dos de sus disparos desató la locura.
"La verdad que el primer tiempo fue impresionante. Argentina jugó como nunca y el segundo tiempo, cuando pasó todo lo que pasó, la verdad que me quería morir, fue como el partido contra Holanda", apuntó Nicolás, antes de deshacerse en elogios a Messi.
La peregrinación hacia el Obelisco es una suerte de ensayo general de los festejos que se esperan en el país en los próximos días, de los que aún no se conocen muchos detalles, pero que, sin duda, llevarán al éxtasis a los hinchas.
Tanto el seleccionador, Lionel Scaloni, como varios de los integrantes del combinado nacional, entre ellos Messi, ya expresaron este domingo su deseo de celebrar este título junto a los aficionados argentinos.
Cánticos, bombos y saltos ocuparán durante horas -como ya hicieron en la pasada madrugada- las principales calles del país, donde en medio de una complicada situación socioeconómica, la 'Scaloneta' ha llenado de alegría los hogares argentinos.