Luis Enrique Martínez, seleccionador español, se mostró eufórico tras dar la lista de 26 elegidos que disputarán el Mundial de Qatar, convencido de las posibilidades España y mostrando máxima motivación al afirmar que es "el mejor entrenador que hay en la faz de la tierra".
"Luis Enrique persona está encantado, con energía, con muchas ganas de vivir esto de una manera diferente. Me acuerdo de mis seleccionadores y lo veo ahora diferente. Con todos los palos que nos dan por ahí, no voy a dudar, soy el mejor entrenador que hay en la faz de la tierra, ya vendrán las críticas. No tengo ninguna duda, no hay seleccionador mejor que yo en la historia del fútbol mundial. No es verdad, pero me lo creo", manifestó en rueda de prensa.
Convencido de la idea que ha inculcado a la selección española, Luis Enrique no huye del papel de líder: "He tenido la fortuna de entrenar en clubes a los mejores del mundo en una época y acepté el rol de liderar para que todo funcione".
"En función del rol del equipo he tenido el mismo objetivo, que todo fluya y consiga los resultados. Aquí como seleccionador puedo escoger los jugadores que mejor interpretan la idea futbolística que tenemos. Mi tarea es coordinar a todos para tener la misma idea en ataque y defensa, potenciar sus virtudes para que puedan rendir en un espacio muy corto", defendió.
Lo único que entristeció a Luis Enrique es dejar jugadores "fuera que podían estar perfectamente en la lista", aunque evitó hablar de las ausencias "porque despiertan más morbo" y optó por mostrar "agradecimiento" a todos los que hayan jugado con a selección durante su doble etapa como seleccionador.
"Mi listón es el infinito, competir cada partido que juegue la selección, el mismo objetivo de cuando llegamos hace ya tres años en la segunda etapa. Buscábamos ser competitivos y no hay nadie que descarte a España a estar entre las mejores. Sería absurdo viendo las potencias mundiales verse como favorito. La diferencia respecto al Europeo es que se dio la vuelta a la situación desfavorable porque lo que acompañaba no ayudaba. Ahora la afición está volcada", analizó.
Sin asumir papel de favorito, el asturiano dejó clara la identidad que desea de su equipo. "Va a ser la misma selección de los tres últimos años, la selección de Luis Enrique, de miedo no vamos a morir. No hay ninguna duda de lo que se va a ver, intentar dominar al rival, generar más en ataque, presionar y robar arriba. Son nuestras potencias y lo que se va a ver en Qatar. Si da para llegar al resultado es imposible de predecir", dijo.
Aparcado el tema de su futuro, acude al Mundial sin renovar su contrato, Luis Enrique dijo que se centra "en el presente", orgulloso de "representar a España" en su cuarto Mundial, el primero como entrenador tras su etapa de jugador.
"El mundial siempre motiva sobremanera a todos, al cuerpo técnico también. Tengo más que cubiertas todas las posiciones, llegamos de la mejor manera, habiendo cumplido con la mejor expectativa previa. Ahora se presenta el viaje de fin de curso, hay que disfrutar, demostrar que tenemos una manera de jugar que no vamos a cambiar siendo valientes, recuperando balón lo antes posible. Nadie puede decir que somos una pareja de baile muy agradable", afirmó.
"Cuando uno decide venir a la selección tiene el objetivo de volver a meterse en la disputa de grandes competiciones, que España sea una selección que esté entre las mejores para disputarla. Es el objetivo. Recuerdo una frase que dije a los jugadores, no iba a cambiar un ápice mi discurso, íbamos a jugar de manera ofensiva, atener el balón más que el rival, en campo contrario, presionar, correr muchos riesgos. La idea es clara y hasta ahora se ha cumplido. Sigue vigente, reforzada. Si el equipo es fiel a lo que considero no hay que lamentarse de nada dando el máximo", sentenció.