Después de una exhibición en el primer tiempo de Hugo Lloris, que lo paró todo hasta el descanso, a la vuelta del vestuario un tiro de Fred y el desvío desafortunado de Ben Davies doblegó al portero, la única resistencia que opuso de verdad el Tottenham frente al Manchester United, que lo sobrepasó por presión, intensidad y ocasiones, suficientes como para haber firmado una goleada más allá del 2-0 de Bruno Fernandes con el que sentenció una noche para soñar en Old Trafford.
Sólo ganó 2-0, pero su partido fue para más, mientras estrecha el margen sobre las posiciones de la Liga de Campeones, a un solo punto ya de la cuarta plaza del Chelsea, a cuatro del Tottenham, que ha jugado un partido más, y a cuatro del Manchester City, con los mismos encuentros.
El liderato del Arsenal sí va más allá, ocho puntos, todavía demasiado lejos del grupo de Erik Ten Hag, que prescindió de Cristiano Ronaldo, de vuelta al banquillo tras su titularidad en los dos últimos choques. Ni siquiera jugó. Antes del final del partido, incluso, tomó el camino del vestuario. No lo necesitó para nada su conjunto.
El Manchester United ya tenía desde mucho antes el partido y el marcador dominados, concluyente en cada sector del terreno de juego, con Antony, Bruno Fernandes, Fred o Rashford por encima de sus pares, con el mérito que eso supone ante un adversario como el Tottenham, con todos los recursos de los que dispone y con un delantero tan letal como Harry Kane, al que David de Gea le negó el gol con 1-0, justo antes del 2-0 definitivo. No hubo gol del '10' de los 'Spurs', que había marcado en ocho de los anteriores nueve duelos.
Es más, Hugo Lloris salvó al Tottenham de la goleada. Sin sus paradas, la diferencia del resultado quizá habría sido de escándalo. Su concatenación de intervenciones, alguna descomunal, sostuvo de pie al conjunto londinense hasta el primer minuto del segundo tiempo, hasta que el disparo de Fred rebotó en Davies e hizo imparable, hasta para él, la siguiente ocasión del United, que había merecido mucho antes el gol de la ventaja.
La primera parte fue un espectáculo del portero francés: una parada a Fred y una rosca a la base del poste de Antony advirtieron de lo que aguardaba a Lloris, que surgió asombroso, increíble, para pararlo todo entre el minuto 20 y el 28, transformado en un 'súperhéroe' para el Tottenham, con una secuencia de tres estiradas fantásticas que privaron del gol a Rashford, Bruno Fernandes y Luke Shaw, a las que sumó otro par más en el segundo tiempo, cuando el encuentro ya era completamente del Manchester United.
No alcanzó a detener el 2-0 en el minuto 69 de Bruno Fernandes, que conectó un derechazo perfecto fuera de la órbita de Hugo Lloris después de un rechace para dictar la sentencia indudable ya para el partido: la victoria incontestable del Manchester United, que propuso 20 tiros, diez de ellos a portería, y que se reconfortó con un triunfo de mucho prestigio.
AM