Desde muy temprano, la afición fue llegando al Monumento a la Revolución, porque este sábado era el día más importante para los mexicanos amantes del fútbol, porque este sábado se llevaría a cabo el partido México vs. Argentina.
Hoy fue el día donde las camisetas de los equipos se guardaron en el ropero y solo salió la playera de la selección mexicana.
Algunos extranjeros portaron el jersey tricolor con orgullo y otros en las compras de pánico se mercaron la verde.
No importaba el lugar desde donde se pudiera ver el partido, lo importante era ser parte de la historia apoyar al Tri, la tarea de este día.
Con banderas, máscaras, muñecos, la explanada del Monumento a la Revolución estaba a reventar, todos y todas expectantes alentaron al equipo tricolor.
Así, terminó la primera mitad.
Al minuto 63 el silencio fue sepulcral. Los rostros de incredulidad, la decepción, la impotencia. Argentina en los pies de Messi hizo una obra de arte, el primero gol del encuentro. A partir de ese momento todo cambió, ya no hubo aplausos, ya no hubo gritos, la alegría se esfumó. Eso sí, nadie dejó su lugar, pero el ambiente dio un giro de 180 grados.
Cuando cayó el segundo la gente comenzó a dejar el Monumento a la Revolución, la esperanza se esfumó y de ahí apareció el enojo.
“Triste cómo en cada mundial”, “Cómo siempre, nos ilusionaron y nos tiraron como siempre”, “Me siento muy triste”, “Nosotros apoyamos aquí al máximo y ellos allá no hacen si tarea”, fueron algunas de las frases que los dolidos aficionados expresaron a Canal 6.