Domingo por la noche sin barras, no era un partido normal. La gente de Grupo Orlegui no quería sorpresas y después de los sucesos que se vivieron en La Corregidora se les negó el acceso a las dos barras, tanto a la 51 del Atlas así como la Irre de Chivas, no se tocaron el corazón y las dos barras fuera del clásico tapatío. El color lo hace la gente, las barras se gastaron sus vidas en Querétaro y pese a que no había intenciones de ir contra los grupos de animación, les cerraron la llave del ingreso y se quedaron fuera del clásico tapatío.
Día uno, hay vida en el fútbol sin las barras. Pese a que tenían boletos para ingresar, no les dieron las facilidades que les brindaban antes de la emboscada de Querétaro. Atlas y Chivas dan un mensaje contundente dejando fuera a las barras en un partido tan importante.
En las tribunas hubo un par de conatos de bronca, que fueron apagados de inmediato por los municipales, un par de empujones y de inmediato los sacaban del estadio.
Pleitos de borrachos que no pasó de ahí, los policías de inmediato entraron a aplacar los ímpetus y las ganas de pelea.
En redes sociales hubo quejas por el Fan ID y es que les falló el Internet a los celulares con las que estaban checando los registros colapsaron y eso provocó el coraje de los seguidores y es que había gente que al medio tiempo seguía intentando entrar.
Al final, en las inmediaciones del Jalisco no hubo violencia, ni actos que lamentar o qué justificara la presencia policial. Saldo blanco en las cuadras aledañas al estadio, por el Jalisco las personas se comportaron a la altura y no hubo actos que lamentar. El operativo de los dos mil efectivos fue un éxito, clásico sin violencia.