La atleta mexicana Gabriela Agúndez se declaró feliz tras haberse coronado campeona del salto desde plataforma de 10 metros en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, con un recuerdo de sus breves inicios por la gimnasia.
"Me siento bastante feliz, la verdad este es un logro que había soñado durante mucho tiempo", dijo la mexicana, nacida en Baja California Sur, al concluir la premiación.
Agúndez recordó que en los juegos de Lima 2019 quedó sexta en la misma prueba, por lo que su meta desde que se supo clasificada a Santiago 2023 era "mejorar ese resultado".
Y lo logró con creces, ya que no sólo lideró el podio, sino que se impuso a su compatriota y compañera en el salto sincronizado Alejandro Orozco, que llegó a la competición como una de las grandes favoritas.
Precisamente este dueto se colgó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en salto sincronizado desde plataforma de 10 metros.
"Hoy en día soy campeona panamericana, me siento muy contenta y feliz de que mi trabajo haya hablado por mí en la alberca y haya logrado esta presea dorada", resaltó.
En el último de los cinco saltos que le tocó hacer en esta jornada, la mexicana se dijo a sí misma que "esta competencia no se acaba hasta que se acaba" y que "siempre" quiere dar lo mejor de sí, con "clavados bonitos" y bien ejecutados, aunque dando un paso a la vez para que salgan bien.
La campeona tuvo sus inicios en el deporte en la gimnasia, lo cual le dio "muy buenas bases para empezar desde pequeña en los clavados".
Como los demás deportistas mexicanos, Agúndez también sufrió las consecuencias de la pelea entre la gubernamental Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y el Comité Olímpico Mexicano (COM).
La atleta prefirió no referirse específicamente sobre el problema y se limitó a decir que "entre más difícil sea el camino, más bonito se siente el triunfo".
Agúndez reconoció que "se han presentado varias dificultades en el camino" y que "ha sido estresante y bastante cansado", pero también aseguró que " aquí no quitamos el dedo del renglón y no dejamos de trabajar y de esforzarnos por cumplir nuestras metas".
"Me siento contenta, me siento como con un peso menos encima. En verdad que lo que pesa más al final son nuestros sueños y los objetivos que tengamos", zanjó.
La clavadista es atleta militar y tiene grado de "cabo auxiliar entrenadora deportiva", por lo que uno de sus apoyos viene del sueldo que recibe del Ejército mexicano, al margen de algunos otros patrocinios privados.
En los juegos de Santiago le queda una prueba más, la de salto sincronizado desde 10 metros, en la que también sueña "con subir a lo más alto del podio" y, de paso, ayudar a que Orozco logre la medalla dorada panamericana que le hace falta.
Tras este triunfo, la deportista afirmó que encarará los próximos juegos olímpicos con motivación y aseguró que se siente "orgullosa" al saber que su país confía en ella y recibir su apoyo.
"No tengan duda de que uno siempre llega a la plataforma y quiere dar lo mejor de sí mismo. Quiero demostrar todo lo que he entrenado", agregó.
MP