En tarde cálida que invitaba al toro, se dio la última corrida del 2022, cinco mil aficionados acudieron a presenciar el valor de Arturo Macías, que cortó tres orejas y de Diego San Román, que se llevó una.
Sin embargo, el grueso del público acudió al llamado del rejoneador Diego Ventura, quien aun sin tocar pelo, realizó una sólida faena al cuarto de la tarde, la cual malogró con sus fallas con el rejón de muerte. Cuatro Caballos utilizó durante la lidia de Artista de la ganadería de La Venta del Refugio, lució llevando al astado prácticamente prendido de la grupa y poniendo banderillas al quiebro, cortas, al violín y a dos manos. Montado en su caballo Bronce, puso a la plaza de pie al intercalar desplantes con el caballo y llevar al toro pegado a la cara del corcel. Con una sentida ovación en el tercio fue despedido.
Con su primero también falló con el rejón de muerte.
Para los toreros de a pie se lidió un encierro de San Constantino, del cual resultó premiado con arrastre lento, el séptimo de regalo.
Arturo Macías, al segundo de la tarde que terminó aplomado le cortó una oreja tras un estoconazo de efectos rápidos. Al quinto, que tenía recorrido y metía bien la cabeza, lo pinchó.
Con el de Regaló, Guapito marcado con el número 497 y de 500 kilos de peso, que resultó bravo y con clase, realizó una faena larga y aseada por ambos lados, rematando las series con pases de pecho y del desdén volteando al tendido. Un sector del público solicitó el indulto que no fue concedido y se fue tras el acero para dejar la espada en lo alto y recibir las dos orejas. El ganadero dio la vuelta al ruedo acompañado de Arturo Macías.
Diego San Román, estuvo voluntarioso con el complicado tercero de la tarde. Y con el sexto, prácticamente se inventó una faena, al astado, de medias embestidas y que se quedó parado, le pegó pases metido entre los pitones que se le jalearon con fuerza. Mató de entera y cortó un auricular.
MP