El Manchester United y la Juventus, equipo actual y anterior de Cristiano Ronaldo, sufrieron elevadas pérdidas financieras para 2020-21, ya que la crisis del coronavirus vació los estadios de fútbol europeos.
Mientras que el vicepresidente ejecutivo Ed Woodward expresó su confianza en la recuperación del equipo inglés, ya que Old Trafford ha abierto al público por primera vez en casi 18 meses, la Juventus dijo que también cerrará con una "pérdida significativa" el ejercicio 2021-22, debido a la persistencia de la pandemia.
Woodward, que en abril dijo que dejará su cargo a finales de año, reflexionó sobre el difícil entorno en el que operan incluso los clubes más grandes.
"Aunque confiamos en nuestra fortaleza relativa, sigue estando claro que el fútbol en su conjunto se enfrenta a importantes desafíos financieros causados por años de inflación material en los salarios y las tasas de fichajes, todo ello exacerbado por el impacto de la pandemia", dijo en una teleconferencia con analistas e inversores.
El United prevé que los salarios en el club suban un 20% este año después de haber reforzado la plantilla con el fichaje del campeón del mundo francés Raphael Varane y del extremo inglés Jadon Sancho.
El United, que fichó el mes pasado a Ronaldo, cinco veces ganador del Balón de Oro, procedente de la Juventus, registró una pérdida neta en el ejercicio cerrado el 30 de junio de 92,2 millones de libras (127 millones de dólares), frente a la pérdida de 23,2 millones de libras de hace un año. La cifra se vio inflada por un impacto impositivo extraordinario.
Ronaldo, de 36 años, logró un impacto inmediato en su regreso a la Premier League con dos goles contra el Newcastle United.
Por su parte, el club italiano vio cómo sus pérdidas anuales se duplicaban con creces hasta alcanzar la cifra récord de 209,9 millones de euros en una temporada en la que el equipo no ganó el título de la Serie A tras nueve títulos consecutivos.
Tanto el United, propiedad de la familia Glazer, con sede en Estados Unidos, como la Juventus han sido objeto de críticas por parte de los aficionados y de los organismos reguladores por su participación en el fallido proyecto de la Superliga Europea a principios de este año.
Las acciones del United, que no facilitó previsiones financieras para todo el año debido a la incertidumbre de la crisis sanitaria, revirtieron las pérdidas que registraban en las plataformas electrónicas antes de la apertura del mercado y subían un 1,5% en la Bolsa de Nueva York.
AM