El español Carlos Alcaraz, flamante campeón el domingo del US Open y número uno más joven del tenis masculino, aseguró que este histórico doble premio es algo que soñó desde su infancia.
"Es algo que he soñado desde que era un niño. Ser número uno mundial, ser campeón de un Grand Slam", dijo un radiante Alcaraz, de 19 años, tras derrotar en la final de Nueva York al noruego Casper Ruud.
"Trabajé muy duro. Es difícil hablar ahora, son muchas emociones", reconoció el prodigio de El Palmar, un pequeño pueblo español donde dio sus primeros raquetazos en la escuela de tenis de su padre.
Tras ganar el último punto, Alcaraz se desplomó en la pista con un rostro plagado de lágrimas y sonriente, antes de correr hacia la grada para abrazar a su padre, Carlos y su equipo.
En ese momento "pensaba en mi madre, que no está aquí, y mi abuelo", explicó. "Mucha familia no pudo venir hasta aquí, pensaba en todos ellos".
En una emocionante final, Alcaraz se sobrepuso a la pérdida del segundo set y a dos pelotas de set en el tercero, resintiendo el esfuerzo de dos semanas en las que compitió más tiempo que nadie en un Grand Slam.
"Estoy un poco cansado pero siempre digo que no es momento de estar cansado en una parte final de un Grand Slam o un torneo", recalcó. "Tienes que dar todo en la pista, todo lo que tienes dentro, es algo que trabajé mucho para conseguir y no es momento para estar cansado".
Antes de recoger el cheque de 2,6 millones de dólares para el ganador y el trofeo de manos de John McEnroe, Alcaraz agradeció el gran apoyo que tuvo del público de Nueva York y su solidaridad con la ciudad en el 21º aniversario de los atentados de 2001.
"Se que es un día especial para todos. Mis pensamientos están con todos ustedes", dijo a la grada.
Rja