La XXIX edición del Abierto Mexicano de Tenis tardó un solo día en convertirse en histórica. No solo porque estrenaban una nueva arena dentro de un nuevo complejo, tampoco por presumir la mitad del top 10 del ranking ATP, sino debido a una jornada que será recordada por muchos años en todo el circuito masculino.
Nunca en la historia del torneo se había visto un partido que superara las 3 horas y 10 minutos. El primer duelo de la reciente edición entre John Isner y Fernando Verdasco, se encargó de alcanzar dicha cifra y cerraron el encuentro en 3 horas y 13 minutos para convertirlo en el más largo en la historia del Abierto hasta el momento.
El estadounidense y el español fueron históricos hasta que Stefan Kozlov y Girgor Dimitrov terminaron su encuentro. Derribaron la barrera que hacía un par de horas habían instalado Isner y Verdasco para colocar una nueva marca: 3 horas y 21 minutos de partido, lo que automáticamente lo convirtió en el más largo del torneo.
Debido a los maratónicos encuentros, Alexander Zverev y Jenson Brooksby pisaron el nuevo estadio después de la 1 de la mañana para comenzar su compromiso. Para cuando lograron terminar el encuentro, el reloj de partido marcaba 3 horas 20 minutos, mientras que el general señalaba las 4:54 de la mañana en Acapulco.
Zverev y Brooskby ahora son protagonistas de la jornada más tardía en la historia del tenis, al menos desde que se tiene registro. El duelo entre el alemán y el estadounidense superó el de Lleyton Hewitt y Marcos Baghdatis, que terminó a las 4:34 de la mañana en el Australian Open del 2008.
MN