Novak Djokovic, siete veces campeón en Wimbledon, confía en poder estar en el US Open, porque ahora mismo, con la legislación actual el serbio no podrá entrar en Estados Unidos y jugar el último Grand Slam del año.
"Voy a descansar durante las próximas dos semanas, porque ha sido un periodo de competición muy duro", dijo Djokovic en rueda de prensa. "Luego, espero que me den alguna buena noticia sobre el US Open, porque quiero jugar. Si no ocurre, tendré que ver cómo queda mi calendario. No creo que vaya a torneos solo para conseguir puntos. Con el título aquí ya estoy clasificado para las Finales ATP, si no caigo del top 20. No estoy vacunado ni lo planeo. La única noticia que espero es el que quiten la norma de tener que estar vacunado o que me den una exención".
El de Belgrado se proclamó siete veces campeón de Wimbledon este domingo ante el australiano Nick Kyrgios.
"Estoy como en la luna, por haber podido experimentar esta sensación de nuevo. Para mí siempre es especial porque es el torneo que primero vi de niño. Cada vez que lo gano se siente diferente".
"Hoy he sentido apoyo y cariño desde la grada. A todos los tenistas les gustaría tener el apoyo de la grada, porque puede ayudarte a salvar obstáculo, momentos del partido. Puede marcar una gran diferencia", añadió el serbio sobre el apoyo del público, que en los últimos años no ha estado de su lado en Londres.
Sobre Nick Kyrgios, su rival en la final, alabó su servicio, "el mejor del circuito", y dijo que la experiencia fue la que marcó la diferencia.
"Nunca había jugado una final de Wimbledon. Sabemos que tiene muchos altibajos en los partidos. Mi experiencia se impuso".
Djokovic, que comenzó el año siendo deportado de Melbourne, comentó las dificultades que experimentó a principio de temporada.
"Este año no ha sido como los últimos; me afectó lo que pasó en Australia durante los primeros meses. Intenté dejar Australia atrás, pero todo el mundo me hablaba de ello, la prensa, gente alrededor del mundo. Necesité tiempo para que escampara, para que parara la tormenta. No estaba mentalmente ni físicamente bien. En Dubai, mi primer torneo del año, tenía mucha presión emocional, no me veía bien en la pista. Fui paciente y confié en que en algún momento estaría al nivel que quería estar. Wimbledon históricamente ha sido muy importante en muchos momentos de mi carrera. No es una coincidencia que este torneo haya sido tan importante en mi vida. Esto también es un alivio", explicó.
"No pienso en acelerar mi carrera y retirarme en uno o dos años. Solo pienso en seguir sano y motivado".