Una vez más, la selección mexicana emitió un llamado a la afición para dejar de lado el grito de "eh, puto", que en las últimas horas les costó una nueva multa económica por parte de la FIFA.
En el compromiso del 6 de octubre, ante Trinidad y Tobago, pidió solidarizarse con la situación que el país vivió en septiembre al ser sacudido por dos terremotos y en vez del grito homofóbico, propuso gritar "fuerza, México".
Durante todo el Hexagonal, y pese a los intentos por que la fanaticada mexicana cambiara esta polémica expresión en el Estadio Azteca, ésta nunca dejó de escucharse cada que los porteros rivales despejaban; ahora el Alfonso Lastaras de San Luis Potosí tendrá la oportunidad de revertir el grito.