El Banco Mundial advirtió que después de haber bajado sus perspectivas de crecimiento, la economía global está peligrosamente cerca de una recesión, y la inflación, el aumento de las tasas de interés y el corte de los flujos de capital representa un desafío para las economías.
En conferencia de prensa por la apertura de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, el presidente de este último organismo, David Malpass, señaló que existe un entorno muy desafiante y eso tiene implicaciones peligrosas para los países en desarrollo, y la preocupación es que este escenario persista en 2023 y 2024.
Explicó que si bien las políticas fiscales son distintas entre países, es importante apoyar a los más pobres, lo que significa implementar intervenciones específicas y temporales, especialmente en los países donde la deuda ha aumentado, en un entorno de tasas de interés más altas.
El presidente del Banco Mundial destacó que un menor crecimiento económico significa que el ingreso de las personas está disminuyendo, en un contexto en el que 70 millones de personas más están en condiciones de pobreza extrema.
Añadió que si se presenta una recesión mundial, eso también deprimiría el ingreso y existe una preocupación con la concentración de la riqueza; por tanto, un problema a resolver es permitir que el capital fluya hacia nuevos negocios y países en desarrollo, lo que implica un cambio en la dirección de las políticas fiscales y monetarias en las economías avanzadas.
En este sentido, Malpass abundó en la necesidad de direccionar inversiones físicas reales e inversiones educativas dentro de los países.
PGG