El reciente aumento de casos de covid-19 y el surgimiento de la variante ómicron presentan riesgos a la baja para el empleo y la actividad económica y aumentan la incertidumbre sobre la inflación en todo el mundo.
El pánico por el peligro de esta nueva cepa ha provocado la caída de algunas divisas; la restricción de viajes aéreos desde varios países hacia África, principalmente del sur, donde se identificó la variante; afectando las acciones de las aerolíneas y operadores de cruceros.
El temor de que nuevamente se impongan restricciones a la movilidad de las personas provocó que haya preocupación por bajas ventas en plena temporada decembrina, la cual es la más fuerte para las tiendas.
Aumentos de precios
El presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Jerome Powell, considera que "los factores que impulsan la inflación al alza persistirán el año próximo".
El jefe del banco central sostiene que cada vez está más preocupado por los aumentos de precios de este año, lo que ha aumentado las presiones sobre la Fed para que suba las tasas de interés.
No obstante, "una mayor preocupación por el virus podría reducir la voluntad de trabajar presencialmente, lo cual frenaría el progreso del mercado laboral e intensificaría los problemas en la cadena de suministros", añade.
Los problemas de aprovisionamiento causaron escasez de varios productos que, sumada a una demanda en aumento, contribuyeron a acentuar los incrementos de precios.
Ingresos petroleros, en riesgo
El repunte de los precios del petróleo se ha visto afectado por la posibilidad de que la variante ómicron frene nuevamente la demanda, en caso de que se cerraran fronteras y nuevamente existan restricciones a la movilidad de las personas.
"Es simplemente el riesgo de destrucción de la demanda (de crudo por la nueva variante) lo que tiene mayor impacto en el mercado", dijo Robert Yawger, director de futuros de energía de Mizuho Securities.
La caída en los precios del petróleo afectará a países petroleros, como México, cuyos recursos públicos dependen en alguna medida de la venta de crudo.
Pérdidas para el turismo
El sector turístico, uno de los más golpeados por la emergencia sanitaria, se prevé que vuelva a registrar este año pérdidas gigantescas, evaluadas en unos 2 billones de dólares. Una cifra casi idéntica a la de 2020.
Por las persistentes incertidumbres sobre la evolución de la pandemia, la OMT no ofrece estimaciones sobre el número de turistas que podrían viajar al extranjero en 2022, pero prevé una recuperación "lenta" y "frágil".
Riesgo y vacunación
El riesgo que plantea globalmente la nueva variante ómicron es "muy alto", advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un informe técnico sobre esta nueva cepa del SARS-CoV-2.
Teniendo en cuenta las elevadas mutaciones de ómicron, con potencial de ser más resistentes a la inmunización y más contagiosas, el riesgo de que la variante se transmita en todo el mundo es "alto", se afirma en el documento.
Ante estos riesgos, la OMS pide a sus Estados miembros que tomen determinadas acciones prioritarias, entre ellas "acelerar la vacunación, especialmente entre población de riesgo que siga sin vacunar".
Tras Israel, que fue el primer país del mundo en imponer un estricto cierre de fronteras para blindarse ante la ómicron, de la que ya hay dos casos confirmados en el país, un buen número de países se ha ido sumando a la decisión de aplicar criterios restrictivos de acceso, sobre todo para los viajeros procedentes del sur de África.
Los ministros de Sanidad del G7, el grupo de países más desarrollados del mundo, abordaron la necesidad de mejorar la capacidad de los más pobres para recibir millones de vacunas e implementar programas de vacunación a gran escala, para lo cual necesitan "asistencia operacional".