En 2020 el Congreso aprobó una serie de modificaciones alsistema de pensiones con la finalidad de mejorar las condiciones de retiro de los trabajadores con la ley actual; sin embargo, el presidente, Andrés Manuel López Obrador puso sobre la mesa revertir el precepto legal actual probado en 1997 antes de que termine su sexenio.
De acuerdo con el mandatario, se trataría de una contrarreforma a la Ley 97, hecha durante el mandato de Ernesto Zedillo, que derivó en la creación del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) y de las Afores instituciones encargadas de custodiar, administrar e invertir el ahorro de los trabajadores a lo larga de la vida laboral.
Con dicha reforma se eliminó uno de los beneficios laborales más reclamados en materia de pensiones, con el que quienes cotizaban 500 semanas ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tenían derecho a una pensión calculada del salario recibido en los últimos cinco años.
“Revisaré la contra reforma laboral de Zedillo de las pensiones y haré una propuesta de Ley porque es inhumano, un trabajador después de 30 años de laborar no recibe su salario activo sino la mitad si le va bien eso ya no va a ser es un compromiso que hago hoy”, dijo López Obrador en un evento público en Veracruz el 7 de enero.
La reforma al sistema de pensiones de 1997
A partir del 1 de julio de 1997 los trabajadores del sector formal adscritos al IMSS comenzaron a dar una aportación del 2 por ciento de su salario base de cotización para su cuenta de ahorro para el retiro y de 5 por ciento para vivienda, recursos que se registraban de manera individual.
Esta reforma sustituyó el régimen de beneficios definidos, en el que la pensión del trabajador era determinada principalmente por su salario en la etapa final de su vida laboral, por uno en el que dicha pensión se obtiene de las contribuciones tripartitas (patrón, trabajador y Estado) que se hacen a una cuenta individual del asegurado la cual es administrada por una de las 10 Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore) que operan en México.
Otro de los cambios que trajo la reforma de 1997 fue el incremento de las semanas cotizadas obligatorias para poder tener una pensión, las cuales pasaron de 500 que eran las establecidas en la Ley de 1973 a mil 250 semanas, o lo equivalente a 24 años de trabajo formal.
El objetivo de esta reforma fue garantizar la sostenibilidad financiera del esquema de pensiones, ante una menor tasa de natalidad y un incremento en el número de personas jubiladas, lo que ponía en riesgo la estabilidad financiera, aunado a los problemas económicos que marcaron la época y derivaron en la devaluación del peso y la libre flotación del mismo.
Aunque el cambio fue obligatorio, los ya pensionados no modificaron su situación, y los trabajadores activos al momento de la reforma tenían la opción de elegir, los beneficios del nuevo programa o del anterior.
¿Cómo funcionan las Afore?
La cuenta individual de la Afore se compone de tres subcuentas: retiro, vivienda y aportaciones voluntarias. En la primera el trabajador, el patrón y el gobierno hacen un porcentaje de aportaciones cada mes, la segunda se traslada al Infonavit y la tercera es responsabilidad del trabajador destinar recursos para nutrirla.
El dinero de la cuenta de retiro, así como la de aportaciones voluntarias se invierte en las Sociedades de Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro (Siefores), en mecanismos seguros como por ejemplo carreteras, infraestructura pública, mecanismos de inversión estructurados (CKDs) o valores extranjeros con el fin de otorgarles rendimientos.
En 2020 la nueva reforma a la Ley del SAR, estableció que del 2023 y hasta el 2030 las aportaciones patronales a la subcuenta de Cesantía en Edad Avanzada y Vejez, subirán paulatinamente de 3.15 a 11.87 por ciento, pero dependerá del Salario Base de Cotización (SBC) de cada trabajador.
Las aportaciones de los empleados se mantendrán en 1.12 por ciento de su salario. En total, las aportaciones obrero-patronales, sumadas a la cuota social, subirán de 6.5 a 15 por ciento por ciento en siete años.
En 2020 también se disminuyó el número de semanas cotizadas a 750 en total, es decir, 14 años de trabajo formal y del 2022 al 2031 se incrementarán en 25 semanas por año hasta llegar a las mil semanas.
Con todos los cambios, en 26 años, la Comisión Nacional para el Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) suma 79 millones 900 mil cuentas individuales de ahorro para el retiro con un monto acumulado de 5.7 billones de pesos a noviembre de 2023, es decir 18.57 por ciento del producto interno bruto (PIB).
El 50 por ciento de los recursos que están en las cuentas individuales son producto de las inversiones que realizan las Afores, y para el 70 por ciento de los trabajadores se trata de su principal patrimonio para la vejez.
Con todo y los cambios, las pensiones en México serán insuficientes a futuro
La realidad del sistema de pensiones en México llegó con la primera ‘generación Afore’, conformada por 27 mil 396 pensionados quienes al menos, alcanzaron una pensión mínima de entre 2 mil 622 y 8 mil 241 pesos producto de su ahorro individual y muy por debajo de las pensiones que se entregaban con la Ley 73.
La situación se muestra compleja para las generaciones de millenials, Centennials o Generación Z, por las condiciones con las que ingresaron a la vida laboral y los menores salarios que se ofrecen en la actualidad.
Y es que, en México la edad se puede convertir casi en un castigo para incorporarse al mercado laboral y acceder a un trabajo decente. Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) muestran que en el primer semestre de 2023 los jóvenes con una ocupación tuvieron un ingreso promedio de 6 mil 316 pesos mensuales.
La Encuesta Ahorro y Futuro: ¿Cómo viven los jóvenes el retiro? de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore), indicó que de las personas entre 18 y 40 años: el 56 por ciento piensa que algún familiar, sobre todo hijas e hijos, se hará cargo de ellos durante su retiro.
En tanto, 40 por ciento afirmó que no requerirán de nadie y el 4 por ciento restante no supo qué responder; el 15 por ciento dijo que se mantendrá de sus ahorros; 14 por ciento piensa que podrá vivir de su pensión y el 3 por ciento confía en que el gobierno velará por ellos o ellas en su vejez.
Estos resultados se reflejan en la forma en la que los mexicanos viven el ahorro y la inversión. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2023, elaborada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), muestra que 40 por ciento de la población adulta no ahorra y solo 6 por ciento lo hace de manera formal.
El 46 por ciento las personas que ahorran y que tienen entre 18 y 29 años, reportan tener un ahorro mayor a un mes de su salario, porcentaje que se eleva a 55 por ciento entre las personas de 45 a 59 años.
Si en lugar de ahorro, se habla de inversión, las cifras son más retadoras, pues según estimaciones de la casa de bolsa GBM, solo 2 por ciento de los mexicanos invierte en el mercado de valores, pese a que es una forma de obtener rendimientos del dinero ahorrado.
López Obrador aseguró que será en las próximas semanas cuando presente formalmente la propuesta de contrarreforma a la Ley 97, por lo que aún no se tienen más detalles de cuál es el plan para que las pensiones incrementen sin que afecten las finanzas públicas en el mediano plazo.
Lo que es un hecho es que las pensiones con el sistema de reparto se han mostrado insuficientes para la población y ponen a México en el último lugar a nivel mundial en materia de ahorro para el retiro.
El último informe de pensiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 2023 muestra que la tasa de cotización en México fue de 6.3 por ciento en 2022, por debajo del promedio de los países miembros del organismo que fue de 18.2 por ciento.
KGA