Después de una elección, destacó Jesús Hernández, editor de Negocios de MILENIO, siempre se ve cierta volatilidad porque los mercados se ponen nerviosos, sin embargo, consideró, lo que prendió las alarmas no fue el resultado a la Presidencia de la República, sino el dominio del Congreso.
Y el anuncio, dijo, de presentar 18 reformas acrecentó el nerviosismo, lo cual calificó como una sobrereacción dada la realidad económica que se vive en el país.
Cuando se habla de mercados, agregó en entrevista para la plataforma MILENIO-Multimedios, se toma en cuenta a las empresas que cotizan en la Bolsa, pero también de los fondos de inversión activos en México y a los que apuestan a la moneda, y el peso, remató, es una moneda muy dúctil porque cotiza todo el tiempo.
“Y cuando se dio el resultado de la elección quedó muy claro el dominio de la Presidencia, pero lo que no se esperaban los mercados era que se tuviera el dominio del Congreso, con lo cual se abre la posibilidad de que pudieran hacer cualquier reforma, y eso fue lo que prendió las alarmas”.
“El Congreso se esperaba más equilibrado y ahí es donde empieza este rally de nerviosismo que, lo diría, incluso sobrereaccionó a lo que en realidad está pasando en México.
Ante ese escenario, explicó, se enviaron ciertos mensajes que dieran certeza a los mercados.
La continuidad en la Secretaría de Hacienda, en la persona de Rogelio Ramírez de la O, y prepagar deuda.
“Qué ha pasado de entonces a la fecha, el Gobierno federal y la propia candidata y ahora presidenta virtual Claudia Sheinbaum han mandado mensajes de solidez y de certeza a los mercados”.
“Qué mensajes son esos, la continuidad del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, que no puede haber mejor seguro que quien está manejando la economía va a seguir al frente de ella, por un lado”.
“Por otro lado, lo que están haciendo también es prepagar deuda, porque uno de los temores de las calificadoras y analistas era que México y Claudia Sheinbaum iban a enfrentar un panorama de cierto déficit que podría poner un cierto riesgo a las finanzas públicas”, destacó.
Además de ello, comentó, la semana pasada, la Secretaría de Hacienda puso 181 mil millones de pesos para adelantar pagos y manejar las deudas ya no solo de 2025, sino hasta 2027.
Estos mensajes, afirmó, están siendo escuchados, por lo que no pronosticó un escenario en que se llegue a los límites de los 20 pesos por dólar.
“Los mensajes están siendo escuchados porque el peso se ha mantenido en niveles de 18.30, 18.40, ha tenido quizá algunos picos, pero nada que se antoje demasiado grave, y que vaya a llegar a explotar otra vez o que vaya a llegar a límites de 20 pesos por dólar”.
“No estamos en ese escenario, porque sin duda hay una macroeconomía bastante sólida, el nivel de deuda de México no está siquiera por encima del 50 por ciento y ha estado bajando, el mercado interno está fuerte”, manifestó.
A decir del especialista, el aumento de los salarios es un factor que le dio vida a la economía interna, por lo que el país ya no depende tanto de las divisas. Aunque, precisó, en ese tema también ve un escenario sólido más allá de lo que pueda pasar en las próximas elecciones en los Estados Unidos.
“El terreno exterior, con el TMEC, es bastante sólido, desde luego hay estos pequeños episodios de las revisiones laborales y otro tipo de cosas que Estados Unidos de repente nos pide”.
“Y de ahí creo que eso deja muy sólido la parte del T-MEC que también es un gran motor de la economía”, pronunció.
En relación a la inversión extranjera, adelantó que para la segunda mitad del año se va a ver la llegada de varias empresas y los proyectos que estaban avanzados van a ratificarse.
Por último, en cuanto a los gobiernos de izquierda en Latinoamérica, dijo, han logrado escenarios económicos estables.
“Han respetado los fundamentales macroeconómicos, no se están adeudando más allá de lo que pueden, no están metiéndose con los déficits públicos, no están imprimiendo dinero a gran escala”.
“Y eso lo que está haciendo es que sean entornos básicos económicos perfectamente estables”, concluyó.
mvls