Alejandro Fernández se presentó con gran éxito en la Plaza de Toros México, como su papá, Vicente Fernández, lo hizo en alguna ocasión.
A las 9:45 de la noche, el anuncio que hizo Rebecca de Alba, "Ya está aquí, ya viene Alejandro Fernández" , provocó la euforia del público en La Plaza México, emoción que marcó el tono de la exitosa velada que protagonizó 'El Potrillo', quién emuló la experiencia que su padre Vicente Fernández vivió hace casi 40 años, en el mismo escenario; y además se enteró y compartió que volverá a ser abuelo.
Un emotivo "¡Viva México!" seguido de su interpretación a ¿Dónde vas tan sola? desató la fiesta que se vivió en la monumental Plaza México, dónde apenas se oyeron los acordes de la composición; el intenso aguacero que cayó y retrasó el concierto; así como las largas filas y aventones que padecieron muchos de los invitados, quedaron en el olvido.
Ya para entonces la Plaza lucía un lleno total, como en las mejores tardes de corridas de toros. Y 'El Potrillo' lo asumía así. La sonrisa en su rostro revelaba su emoción y felicidad por ver a sus fans respondiendo a su convocatoria.
"El corazón no me cabe en el pecho esta noche por la emoción de estar aquí con todos ustedes; parado en el mismo lugar en el que hace casi 40 años mi padre dejo una huella imborrable en la música, aquí en la monumental, la única, mundial, la Plaza de Toros México. Igual que él les prometo que dejaré la piel. el alma, el corazón y la vida para que la música mexicana se escuche hasta el cielo", compartió el anfitrión al dirigirse a sus invitados.
Estuve, No sé olvidar, Hoy tengo ganas de tí y Abrázame dieron secuencia a la fiesta, en la que Alejandro complació con sus clásicos, como Canta corazón, en la que el efecto de las luces de los celulares se sumó de manera espontánea a la escena que protagonizaba con sus coristas y sus músicos que, en mayoría, estaban colocados abajo del escenario.
La forma de cruz del escenario, al centro del ruedo, permitió que el público pudiera admirar al 'Potrillo' desde cualquier zona de la plaza; gracias también a que él iba de un lado a otro, con gran dominio y a veces intercambiando lugar y pasos con sus coristas; como lo reflejaban las pantallas que formaban parte de la sofisticada estructura, de donde también pendían las bocinas, cuya fidelidad permitió el disfrute de la calidad interpretativa y virtuosismo de los músicos.
Alejandro presentó a "un cantautor colombiano Jessi Uribe, con quién después vamos a trabajar", dijo.
"Hoy más que nunca debemos agradecer que estamos vivos, que estamos aquí, y bajo este cielo mexicano", expresó encontrando como respuesta la emoción materializada en gritos y vivas.
- Espectáculos
En la velada hubo tiempo para las novedades; y así llegó Inexperto en olvidarte del nuevo disco que presentó.
Para cada canción encontraba el aplauso o los gritos de las mujeres de todas las edades: jóvenes, maduras y ancianas, pero todas suspiraban por 'El Potrillo'.
La euforia creció cuando Alejandro dijo: "Ahora ésta, que es la última canción que pude grabar en el estudio con mi papá". Y cuando los acordes de Mentí empezaban a reproducirse, la tecnología permitió que "Chente" se sumará a la fiesta para cantar con su "Potrillo".
Y Alejandro hizo lo mismo, cuando tras presentar a su hijo Álex, unieron sus voces en Mujeres divinas y su clásico Perdón.
"Así como él me enseñó a dar mis primeros pasos en mi carrera, voy a trae a Álex aquí para que compartamos el escenario", dijo.
Y su heredero externó "Quiero agradecerte por estar aquí en un escenario tan imponente".
Portando un elegante traje de charro negro, Alejandro también se acompañó de Natanael Rosas, al interpretar Amor tumbado; así como de Edén Muñoz, cuando cantó Decepciones.y la guitarra el acordeón y la tuba se sumaron a la escena para darle el ritmo norteño.
"Es el mejor coro qué he tenido, 50 mil y mexicanos", dijo Alejandro al percatarse cómo respondía la gente a sus propuestas norteñas.
Con Me dediqué a perderte y Tantita pena dió muestra de su versatilidad para la balada y para la alegría que puede dar a una composición.
Y cuando las notas de su mariachi empezaban a ejecutar Nube viajera expresó: "Le la vamos a dedicar al viejo y a cualquier persona que hayan perdido".
Ya sin la corbata y tras refrescar su garganta una vez más, siguió con otro gran clásico como Volver, volver.
Y para el final entonó Voz de la guitarra mía y México lindo y querido para cerrar con Se me va la voz, tras volver a agradecer a sus invitados.
"Gracias por hacer de esta noche una noche super especial".
Aunque el adiós realmente fue para la transmisión que Star plus hacia del concierto; pues una vez que el público insistió con el "otra, otra otra" y no se movía de sus mojados y húmedos asientos, efecto del torrencial aguacero que cayó unos minutos antes del show; el anfitrión volvió a salir. Acción que puso contentos a los vendedores que aprovechaban para ofrecer sus 'Tecate, Tecate a 140:00".
Así que hubo tiempo para admirar a Alejandro, quién al filo de las 12 de la noche ya había cambiado su traje de charro, por una tonalidad café; y regresó para seguir con la fiesta al ritmo de otros de sus clásicos como Caballero y Mátalas y para compartir "voy hacer abuelo otra vez".
ZNR