En la noche más glamurosa del cine, donde las estrellas brillan tanto en la pantalla como fuera de ella, existe un elemento que, aunque menos visible, es igualmente esencial para el éxito de la gala: la comida. Detrás de cada ceremonia de los Óscar, hay un festín diseñado para deleitar los paladares más exigentes de Hollywood, cortesía del renombrado chef austriaco Wolfgang Puck.
Con una trayectoria de 29 años sirviendo en este exclusivo evento, Puck ha elevado el concepto de banquetes a un nivel donde la gastronomía se encuentra con el arte. Para la edición número 95 de los premios, no fue la excepción. Alrededor de 1,500 invitados tuvieron el placer de degustar un menú que no solo satisface el hambre sino que también celebra la diversidad culinaria y la innovación.
Aunque el menú siempre incluye opciones que abarcan las últimas tendencias gastronómicas y atienden a diversas restricciones dietéticas, es la 'comfort food' la que roba el corazón de los asistentes. Platos reconfortantes como macarrones con queso y trufas negras, pizzas al horno de leña, y el icónico pastel de pollo de Puck, se convierten en el centro de atención, demostrando que incluso en la élite de Hollywood, los sabores caseros tienen un lugar especial.
La logística detrás de esta cena es monumental. Solo en la última edición, 300 chefs y 600 profesionales de la hospitalidad, entre bartenders y meseros, se dieron cita para asegurar que cada detalle fuera perfecto. Este esfuerzo mancomunado garantiza que la experiencia culinaria esté a la altura de la prestigiosa noche, permitiendo que los invitados se sumerjan en un mundo donde el sabor complementa el arte del cine.
El legado de Wolfgang Puck en los Óscar es un testimonio de cómo la gastronomía puede enriquecer los eventos más destacados, creando memorias que van más allá de los premios y las películas. Mientras las estrellas del cine celebran sus logros, Puck y su equipo aseguran que cada bocado sea una celebración en sí misma, haciendo de la comida una de las verdaderas protagonistas de la noche.