En la Época de Oro del cine mexicano, el brillo de las estrellas no solo se reflejaba en la pantalla grande, sino también en los episodios que protagonizaron fuera de ella, como en el caso de Silvia Pinal y María Félix, dos íconos del séptimo arte cuyas personalidades contrastantes dejaron huella en la historia del entretenimiento.
Aunque ambas compartieron una época dorada en el cine, su relación estuvo marcada por desplantes, admiración y momentos tensos que han sido objeto de análisis y comentarios a lo largo de los años.
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Silvia Pinal y María Félix, tenían una rivalidad nunca declarada por su belleza
María Félix, conocida como "La Doña", destacó por su imponente belleza y fuerte carácter. Originaria de Álamos, Sonora, se posicionó como una figura dominante en el cine mexicano e internacional, consolidándose como una de las actrices más emblemáticas de su tiempo.
Silvia Pinal, nacida en Guaymas, Sonora, también construyó una carrera destacada, siendo reconocida como "la última diva del cine mexicano" por su versatilidad actoral y su participación en proyectos memorables.
Aunque compartieron éxito y fama, sus caminos no convergieron en armonía, Pinal, en diversas entrevistas, confesó que su relación con "La Doña" fue limitada y, en ocasiones, tensa.
“Tuve una pequeñísima relación con ella porque era muy amiga de mi consuegra, Estela Moctezuma”, comentó la actriz en una charla con Adela Micha.
A pesar de esto, Silvia siempre expresó admiración por la personalidad arrolladora y la belleza incomparable de María Félix.
El día que María Félix corrió de una fiesta a Silvia Pinal
Uno de los episodios más recordados entre ambas fue el día en que María Félix pidió a Silvia Pinal que abandonara una fiesta. La reunión, organizada por Enrique Álvarez Félix, hijo de María, tenía como objetivo unir a estas dos figuras del cine.
Según relató Pinal, su entusiasmo inicial por hablar con "La Doña" se desmoronó rápidamente cuando esta, en un gesto característico de su fuerte personalidad, le sugirió que se retirara si ya había tenido suficiente de su presencia.
Años después, un nuevo desencuentro tuvo lugar durante el bautizo de Frida Sofía, nieta de Silvia Pinal. María Félix, como madrina del evento, estableció estrictas condiciones: nadie más debía estar presente en la ceremonia, incluyendo a Silvia. Este desplante dejó a Pinal en lágrimas, relegada a un segundo plano en un momento significativo para su familia.
Silvia Pinal admiró a María Félix a pesar de todo
A pesar de estos episodios, Silvia Pinal nunca dejó de reconocer las cualidades que hicieron de María Félix una figura inigualable.
“Era una mujer bellísima, con una personalidad y fuerza únicas. Mis respetos”, declaró Pinal.
Por su parte, María Félix, aunque conocida por su carácter selectivo y su rechazo a mantener relaciones cercanas con colegas, dejó una marca imborrable en la familia Pinal.
Frida Sofía, en más de una ocasión, ha expresado sentirse identificada con "La Doña", al punto de adoptar su apellido como parte de su identidad.
El legado que compartieron Silvia y María
Silvia Pinal y María Félix representan dos caras de la misma moneda: la Época de Oro del cine mexicano, mientras una era recordada por su versatilidad y cercanía con su público, la otra brillaba por su carácter indomable y una belleza que trascendió fronteras.
Aunque su relación estuvo marcada por altibajos, ambas dejaron un legado que continúa siendo inspiración para generaciones.
Al final, lo que pudo ser una amistad entre dos leyendas quedó limitado a encuentros ocasionales y una admiración mutua, aunque teñida de tensiones. Algunos amantes del Cine de Oro aseguran que la rivalidad de María con Silvia residía en que ella fue la única que pudo hacerle frente a su indiscutible belleza.
ERV