Mariana Seoane estuvo como invitada en el programa ‘¡Qué buena hora!’ donde reveló que, en algún momento de su vida, tuvo a un ‘chacal’, término que ha sido utilizado en México para referirse a un hombre.
La cantante decidió no brindar detalles sobre la persona con la que mantuvo algún acercamiento, sin embargo, reconoció que no siempre ha tomado la mejor decisión en cuanto a sus parejas sentimentales.
“Hay que reconocer que una de pronto se ha agarrado unas cosas... Yo reconozco que he tenido un chacal en mi vida, no voy a decir quién”, confesó la artista.
Como era de esperarse, los internautas se hicieron presentes en redes sociales donde depositaron sus comentarios.
“Jajaja...los chacales y las lagartonas son divertidos y son para cotorrear”, “El chacal de la corneta”, son algunos de los mensajes que pueden encontrarse en YouTube.
Sin embargo, las declaraciones de Mariana Seoane no fueron el único tema de conversación, pues los usuarios criticaron la forma de entrevistar de Omar Fierro, conductor de la emisión.
“Ese Omar Fierro cae mal, siempre que veo este programa, pone en mal a Nicola, como que Omar no encaja en el programa”, “qué mujeres tan pesadas, Nico tiene más para proyectar, pero necesita una buena producción. Omar parece que le tiene coraje, se supone que les hacen casting para saber si hacen match ¿no? ni al caso, Michelle no tiene cotorreo ni continuidad en sus bromas, vaya no sabe tirar carrilla, no sabe empezar un diálogo ni dirigir los temas. Omar aparte de tirarle pedradas todo el programa a Nico, su sentido del humor no es fresco, ni persona de respeto”, señalaron.
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¿Por qué en México se le llama ‘chacal’ a un hombre?
La etiqueta de "chacal" atribuida a un hombre conlleva una serie de connotaciones, según el sociólogo Sergio Galaz García. Se describe como alguien de clase baja, con tez morena y generalmente empleado en trabajos que requieren fuerza física, como la construcción o la albañilería. Esta designación, según Galaz García, se percibe como clasista y discriminatoria, reflejando prejuicios arraigados en la sociedad.
Además de su apariencia física, se asocia al "chacal" con una masculinidad aparentemente cis-heteronormativa. Sin embargo, también se le atribuyen connotaciones sexuales, implicando que está dispuesto a realizar actividades íntimas a cambio de dinero. En este sentido, se le visualiza con un físico atlético pero descuidado, perpetuando estereotipos sobre la masculinidad y la sexualidad. Es importante reconocer que estas etiquetas son construcciones sociales que pueden ser dañinas y discriminatorias.