Después de más de diez años, Rafael Amaya confirmó su despedida de la exitosa serie "El señor de los cielos". El actor mexicano, quien interpretó el icónico papel de Aurelio Casillas, ha decidido cerrar este capítulo de su carrera para buscar nuevos retos y seguir creciendo como actor.
Con 47 años de edad, Amaya anunció su partida en una exclusiva para People en español, expresando su satisfacción por haber dado vida a un personaje que marcó un antes y un después en su trayectoria profesional.
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Esta decisión marca el fin de una era tanto para el actor como para la serie, que ha cautivado al público desde su inicio en México en abril de 2013.
“Cerrar mi ciclo con ‘El señor de los cielos’ con esta gran novena temporada me llena de mucha satisfacción”, le expuso Rafael Amaya al medio. Esto quiere decir que esta es la última temporada en la que el actor de será parte del elenco que ha tenido varios cambios a lo largo de 11 años.
El protagonista de "Salomé" se despidió con orgullo de la evolución de su personaje, inspirado en el narcotraficante mexicano Amado Carrillo Fuentes, y de la serie en su conjunto, que ha experimentado numerosos cambios a lo largo de once temporadas.
“(Estoy lleno de) orgullo por la evolución del personaje, así como de la serie durante los últimos once años”, destacó el actor.
Además de dejar atrás "El señor de los cielos", Amaya también se despide de Telemundo, la cadena televisiva responsable de la producción de la serie, con la que ha trabajado estrechamente durante la última década. A pesar de estos grandes cambios, el actor de "Las dos caras de Ana" se muestra optimista y listo para emprender un nuevo capítulo en su carrera, invitando a sus seguidores a seguir sus pasos en esta nueva etapa.
¿Cómo superó Rafael Amaya sus adicciones?
En una entrevista Rafael Amaya había reconocido que durante un tiempo llevó una vida desordenada, al punto de creerse tener la vida de Aurelio Casillas, personaje que interpreta en la serie inspirada en la vida del narcotraficante Amado Carrillo.
“Poco a poco empecé con el alcohol, después con otras sustancias y me fui hundiendo. Perdí mi paz interior, el amor que le tenía a mi familia, a mi trabajo. Estaba cegado por el manto oscuro de la drogadicción, viviendo todos los excesos posibles habidos y por haber. Estuve mucho tiempo solo, haciéndole mucho daño a mis seres queridos, a mis amigos, a mis compañeros y al público también. Pero lo que más me duele es haber perdido el tiempo con mi familia y mis amigos”, expresó Amaya en aquella oportunidad.
Sin embargo, el actor tuvo que tocar fondo y verse sin salida para que por sus propios medios pidiera ayuda al cantante Roberto Tapia, quien lo ayudó a salir adelante.
“Yo inconscientemente lo estaba pidiendo (ayuda), estaba pidiendo a gritos que me ayudaran, me sentía muy solo, había perdido todo, incluso sentía que mi vida no valía, que había sido un error haber sido actor, que la fama no me ayudaba en nada”, manifestó Rafael Amaya.
Amaya fue recluido en un centro de rehabilitación en Sinaloa, del exboxeador mexicano Julio César Chávez donde inició su tratamiento luego de varios meses sintió que recupero su vida.
GB