Por cuarta ocasión en la historia, el Clásico Nacional se disputará durante las semifinales del fútbol mexicano. América avanzó en dos ocasiones (1983 y 1991) mientras que el Guadalajara lo hizo en 2006 en el antecedente más cercano de ambos equipos en la antesala de la final.
En el torneo apertura de aquel año los rojiblancos se ubicaron en la octava posición de la tabla, por lo que se vieron obligados a jugar repechaje ante los Tiburones Rojos de Veracruz a quienes derrotaron sin mayor problema por 6 a 1 global. Durante los cuartos de final Chivas hizo lo propio ante Cruz Azul tras imponerse por 4 a 2.
A un paso del partido definitivo tuvieron que enfrentarse a sus máximos rivales, quienes además eran los vigentes campeones en ese momento.
Los millonetas fueron terceros de la tabla general con 29 puntos, por lo que se les consideraba como claros favoritos para avanzar ante los rojiblancos.
La ida resultó ser el juego clave para definir al ganador de la serie. Se disputó el 30 de noviembre en un Estadio Jalisco completamente pletórico, durante los primeros 45 minutos el marcador no se movió y las emociones seguían contenidas de ambos lados.
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Ya en el complemento Marco Antonio Rodríguez señaló la pena máxima en favor de Chivas debido a una falta sobre Adolfo Bautista dentro del área, Ramón Morales hizo efectiva la ventaja para los locales desde los once pasos. Unos minutos después 'Bofo' puso un centro desde la banda derecha que Omar Bravo remató con un certero cabezazo para el segundo tanto rojiblanco.
Francisco “Maza” Rodríguez cometió una pena máxima en los instantes finales del partido, la cual fue cobrada por Salvador Cabañas sobre el costado izquierdo de Oswaldo Sánchez, quien detuvo el disparo y achicó en el rebote para convertirse en el héroe rojiblanco de la noche guardando el 2-0.
Años después, el delantero guaraní confesó haber tenido pesadillas por esa atajada del arquero mexicano.
“Esa falla en la semifinal ante Chivas fue un golpe muy fuerte para mí, que Oswaldo me atajara ese penal fue difícil de superar (...) No pude dormir, le daba muchas vueltas a ese momento porque no pudimos remontar, aunque nos morimos en la raya” declaró Cabañas.
Las Águilas no pudieron reponerse durante los 90 minutos del segundo juego, la solidez defensiva en los tapatíos amarró el empate sin anotaciones y aseguró su pase a la final, en la cual derrotaron a Toluca para ganar su onceava estrella.
Rja