Quince empleadas y exempleadas de Apple acusaron a la firma de una mala gestión de sus denuncias sobre conductas sexuales inapropiadas.
Las mujeres, activas y retiradas del gigante de la Silicon Valley, denunciaron represalias y respuestas decepcionantes o contraproducentes de la empresa a sus planteos.
Por su parte, Apple comunicó antes los medios que trabaja duro para investigar las quejas sobre mala conducta y agregó que hará cambios en sus procesos de formación.
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Silicon Valley se ha visto sacudido por escándalos de acoso sexual o discriminación en medio del auge del movimiento #MeToo, impulsando procesos de cambio en una industria dominada por hombres.
Una de las mujeres que denunció la mala gestión de Apple en ese tema, Megan Mohr, comentó que se sintió inspirada por #MeToo para denunciar en 2018 que un colega de Apple le había quitado la camisa y el sostén para fotografiarla tras una noche de tragos mientras ella se durmió por un breve lapso.
Tras hablar con recursos humanos sobre el reclamo, la empresa concluyó que la conducta de su empleado era potencialmente criminal, pero que no infringía ninguna política en el contexto de su trabajo en Apple.
Mohr renunció a su trabajo en enero, tras 14 años en la empresa, y ahora pide a la compañía revisar sus políticas, pues tachó de injusto el trato que recibió ante el tema del acoso.
Las mujeres que declararon ser víctimas de acoso en Apple, representan una fracción de las 165.000 personas que emplean la firma a nivel mundial.
Apple se defiende
En un comunicado al respecto, Apple dijo que sus políticas son claras sobre la discriminación. Como ha dicho antes, quiere que cualquier empleado se sienta cómodo denunciando incidentes, sin temor a represalias y con la confianza de que la compañía llegará al meollo del asunto.
Sin embargo, hay informes donde señalan que esta compañía tomaría represalias contras las mujeres que denunciaron, sin embargo, la empresa ha comunicado que es falso.
MQ