El 18 de diciembre, un avión privado se despistó mientras intentaba aterrizar en el aeropuerto de San Fernando, en Buenos Aires, Argentina, y se prendió fuego tras impactar en una zona poblada de viviendas cercanas.
Tras el accidente resultó en la muerte de los dos tripulantes: el piloto Martin Fernández Loza, de 44 años, y el copiloto Agustín Orforte, de 35 años, quienes fueron identificados por fuentes oficiales.
El avión involucrado en el siniestro es un Bombardier Challenger 300, matrícula LV-GOK, propiedad de la familia de Jorge Brito, dueño del Banco Macro y presidente de River Plate. La aeronave había realizado un vuelo a Punta del Este y regresaba a Buenos Aires cuando sufrió el accidente.
Según fuentes aeronáuticas, el avión “entró pasado a la pista” durante el aterrizaje y, por razones que aún se investigan, no pudo frenar a tiempo, lo que causó el despiste y el impacto contra viviendas cercanas.
Este siniestro ocurrió alrededor de las 13:23, cuando la aeronave, al no lograr aterrizar correctamente, siguió de largo, cruzó el alambrado perimetral del aeropuerto y se estrelló contra la intersección de José Terry y Charlín, una calle cercana al aeropuerto de San Fernando.
Daños a viviendas por explosiones en San Fernando
El impacto generó una serie de explosiones, causando daños significativos en las viviendas de la zona, aunque no hubo derrumbes. Testigos en el lugar informaron que se registraron tres explosiones tras el choque, y algunos vecinos tuvieron que ser evacuados y asistidos por los servicios de emergencia.
Uno de los testimonios más impactantes provino de la propietaria de la casa donde se estrelló el avión, quien relató que estaba bañándose cuando escuchó el fuerte ruido.
“La casa no se vino abajo, pero está toda agrietada. La pieza de adelante es la que se cae, y la que le sigue es donde estaba durmiendo el bebé, allí fue donde explotó todo”, relató con voz temblorosa.
El accidente fue atendido de inmediato por efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, Bomberos y Policía Federal, quienes llegaron al lugar en pocos minutos. Aunque los dos tripulantes del avión murieron, no se registraron víctimas fatales entre los vecinos de la zona. Sin embargo, varios residentes resultaron heridos y recibieron asistencia médica en el lugar.
En cuanto a la ruta de la aeronave, según registros aeronáuticos, el avión despegó de Buenos Aires a las 11:12, aterrizó en Punta del Este a las 11:44 y volvió a despegar una hora después, regresando a San Fernando, donde el accidente ocurrió a las 13:18.
El Juzgado Federal N°1 de San Isidro, a cargo de la jueza Sandra Arroyo Salgado, está investigando las causas del accidente, mientras que los servicios de emergencia siguen trabajando en la zona.
Cabe señalar que el Bombardier Challenger 300 es un avión de tamaño Super Midsize Cabin, conocido por su velocidad y autonomía. Este jet privado, fabricado por Bombardier Aerospace, es capaz de alcanzar los 870 kilómetros por hora y tiene una capacidad de largo alcance de hasta tres mil 200 millas náuticas.
El avión es popular entre empresarios y personas de alto perfil debido a su comodidad, eficiencia en combustible y su capacidad para realizar viajes largos de forma rápida y suave.
AA