Una persona residente del estado de Victoria, en Australia encontró lo que parecía una escultura de mármol blanco en las costas de la playa de Mallacoota, sin embargo, al acercarse, se percató que se trataba del cadáver de una ballena blanca.
Peter Coles es el hombre que la encontró al espécimen tras acceder en un kayak y tomar una serie de fotografías para sus redes sociales.
La ballena albina tiene una longitud de 10 metros, y expertos aseguran que podría tratarse de un ejemplar que fue visto en 1992, bautizado por los científicos australianos como Migaloo, una ballena blanca jorobada que visitaba con frecuencia las costas de las playas australianas.
Los científicos aún no pueden asegurar si se trata de Migaloo, ya que no lograron recolectar muestras del cadáver de la ballena encontrada, pero las evidencias y la similitud muestran que podría tratarse de ese ejemplar avistado en 1992.
"Con el tiempo, si el animal ha muerto, la piel puede desgastarse y, como resultado, pueden volverse blanca (...) Pero mirando las imágenes, parece ser una ballena genuinamente blanca", explicó Vanessa Pirotta, bióloga de la Universidad de Macquarie.
Los científicos australianos dijeron que este incidente servirá para poder estudiar más sobre esta clase de animales, que para ellos son ‘inaccesibles’, ya que estos llevan una vida relativamente invisible para los humanos.
"Es una oportunidad para que aprendamos más, recopilemos muestras y hagamos que el mundo de la ciencia aprenda colectivamente de este individuo para comprender mejor a las ballenas jorobadas, pero también aprender más sobre nuestro entorno marino", dijo Pirotta.
Expertos han señalado que Australia atraviesa una ola de calor extremo, lo que ha provocado incendios y la fauna se ha visto afectada, lo que podría derivar que la ballena blanca apareciera muerta en las costas de la playa.
MQ