Bill Gates y su obsesión por el Buscaminas que casi lo lleva a la ruina

Un empleado de Microsoft tuvo que engañar a Bill Gates para que dejara el juego.

Bill Gates y su obsesión por el Buscaminas / Especial
Estados Unidos /

Bill Gates, uno de los personajes alusivos a la tecnología contemporánea, tuvo debilidades como fortalezas, y es que uno de los hombres más ricos y con suficiente poder en la Tierra era adicto a un videojuego de su industria.

A partir de sus primeras versiones de Windows, Microsoft introdujo diferentes títulos para que los usuarios estuvieran entretenidos durante su tiempo libre. Uno de los más conocidos es el Buscaminas, un juego de estrategia que conmocionó a todo el mundo cuando apareció en la versión 3.0 del sistema operativo.

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El videojuego fue desarrollado por Curt Johnson para OS/2 y trasladado a Windows por Robert Donner. Fue lanzado por primera vez como parte del Microsoft Entertainment Pack.

En un capítulo del libro Buscaminas de Kyle Orland, el cual cuenta anécdotas de este videojuego, se encuentra la historia de cómo este juego marcó la vida de Bill Gates.

Era tanto el hipnotismo por este juego que un trabajador de Microsoft tuvo que engañarlo para que lo dejara. Bill Gates estuvo a poco de perder su empresa por culpa del Buscaminas.

Gates se llegó a obsesionar con dominar el juego de Buscaminas y lograr el menor tiempo posible, tanto así que durante su jornada laboral ignoraba sus responsabilidades para dedicarse al minijuego.

Para tratar de deshacerse de esta obsesión, Gates desinstaló el juego de su computadora, y precisamente empezó a usar la máquina de Mike Hallman, un alto ejecutivo de Microsoft.

El CEO de Microsoft se quedaba todos los días después de la oficina a jugar al Buscaminas, tanto que si no estaba el juego instalado en su máquina, dedicaba sus fines de semana en la oficina para superar cada récord que se le cruzara.

Mediante un correo electrónico, Gates se jactaba de que este cambio de estación de trabajo le había traído suerte, ya que de esta manera había conseguido bajar su récord personal de ocho a cinco segundos.

La adicción del magnate llegó al punto en que Melinda French, ex esposa de Gates, llamó a Bruce Ryan para pedirle que no compartiera los récords de tiempo del Buscaminas con él.

Ryan optó por compartir con su jefe puntuaciones “imposibles” para intimidar a Gates, y usó un programa de automatización que podía comenzar millones de juegos y buscar ganar con un solo click, pero no lo consiguió.

Fue hasta que Ryan reveló su trampa y le dijo a Gates que era un sistema de IA el que conseguía tales resultados tan altos. Bill se impresionó tanto que asumió que no podría competir contra una inteligencia artificial.

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