El pasado 18 de diciembre, un accidente conmocionó a la ciudad de Maricá, en la región metropolitana de Río de Janeiro, Brasil, cuando un árbol de Navidad flotante de 56 metros de altura se desplomó debido a los fuertes vientos que precedían a una tormenta. La estructura, que formaba parte de la '7ª Navidad Iluminada' de la ciudad, cobró la vida de un joven trabajador y dejó a otros dos heridos.
Vinícius dos Santos Abreu, de 21 años, era uno de los encargados de la instalación de la imponente estructura flotante. Pese a que la Defensa Civil había pedido al personal que descendiera debido al mal tiempo, Abreu no logró alejarse a tiempo y el árbol cayó sobre él, ocasionándole la muerte instantánea. Los otros dos trabajadores afectados fueron rápidamente trasladados al Hospital Municipal Ernesto Che Guevara y se encuentran fuera de peligro.
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Minutos después del accidente, Abreu fue llevado al Hospital Conde Modesto Leal, donde se certificó su deceso. La fatalidad ocurrió justo antes de la inauguración del árbol, prevista para el 20 de diciembre. Además del árbol, el evento incluía atracciones como un espectáculo de aguas danzantes y una zona especial para fotos, que ya no podrá ser parte del evento debido a la tragedia.
¿Cuál es el estado de la investigación?
El accidente ha suscitado una rápida reacción por parte de las autoridades locales, y el alcalde de Maricá, Fabiano Horta, ha anunciado una investigación para esclarecer las circunstancias del colapso. Horta indicó que el clima en el momento del incidente era atípico y que se actuó con rapidez para evaluar las condiciones meteorológicas. Además, se decretaron dos días de duelo por el fallecimiento de Abreu.
Sin embargo, el accidente no es el primero en el que se ve involucrada la empresa responsable de la instalación del árbol, Estrutend Estruturas para Eventos. Esta misma empresa ya había sido responsable de un colapso similar en Niterói, en 2023, cuando un árbol de Navidad de 50 metros se desplomó días antes de su inauguración debido a condiciones meteorológicas adversas.
A pesar de este incidente, la investigación posterior fue archivada debido a la falta de pruebas que indicaran negligencia en el proceso de contratación. En el caso de Maricá, la empresa había ganado el concurso para la instalación de las decoraciones navideñas por una diferencia mínima con la competencia, mediante una subasta electrónica.
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Este procedimiento fue cuestionado por una de las empresas que intentó impugnar la oferta, señalando que las condiciones del aviso de licitación violaban los principios de igualdad y competitividad al exigir que el contratista contara con un ingeniero eléctrico.
Tras el accidente, el municipio de Maricá ha señalado que no se hará responsable por los daños causados por el colapso del árbol y ha informado que no se realizará una nueva instalación de la estructura. La tragedia ha puesto en evidencia no solo la vulnerabilidad de estas grandes instalaciones en condiciones meteorológicas extremas, sino también las implicaciones de la contratación y supervisión de este tipo de eventos.
Con la investigación en curso, los ciudadanos de Maricá y el país entero siguen con atención el desenlace de este caso, que pone de relieve la importancia de garantizar la seguridad en el montaje de grandes estructuras, especialmente en zonas susceptibles a condiciones climáticas adversas.
AM