Sergei Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, confirmó que Moscú era la víctima en la guerra que comenzó con la invasión de las tropas rusas en el territorio ucraniano, lo que causó risas y gemidos de la audiencia durante el Diálogo Raisina, en Nueva Delhi, una conferencia internacional al que todavía pueden acudir rusos.
“La guerra que estamos tratando de detener se lanzó contra nosotros, usando al pueblo ucraniano, por supuesto, influyó en la política de Rusia, incluida la política energética”, explicó Lavrov, hecho que produjo las burlas de la gente.
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El grupo de expertos Observer Research Foundation de la India fue el que organizó el encuentro en el que participó el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia.
Además, Lavrov también confirmó que el Grupo de los Veinte (G20), creado como un foro de debate económico para las mayores economías y países emergentes, perdió su finalidad entrampado en las discusiones acerca del país ucraniano y la presión de Washington para acorralar a Ucrania.
Incluso, el ministro indicó que todo el G20 ha sido acerca de qué hacer con Ucrania y la declaración final, y se le preguntó si el grupo ha reflejado aluna vez la situación en Irak, en Libia, en Afganistán o en Yugoslavia.
Dar una respuesta al impacto económico de la invasión rusa de Ucrania, que Lavrov relacionó con las sanciones occidentales, son parte de la agenda del G20, sobre todo en la reunión de ministros de Finanzas realizada la semana pasada.
“El sufrimiento de otros no está en nada relacionado con lo que estamos haciendo en Ucrania para defendernos, estos sufrimientos están implicados con las sanciones (…) que está fomentando Occidente”, manifestó el canciller.
Rusia no dejará que Occidente vuelva a volar gasoductos, declaró Lavrov, quien incluso confirmó que Moscú ya no confiará en los occidentales como socios energéticos.
AA