Víctor Escobar es el primer residente de Colombia en recibir la eutanasia e ingresar a una muerte digna sin ser un paciente terminal. A raíz de su decisión, culminó una larga lista de dificultades médicas de gravedad que le entristecía desde hace años, por lo que estaba forzado a estar acompañado de una enfermera 24 horas diarias.
Esta noticia fue confirmada por Luis Giraldo, su abogado, mediante su cuenta de Twitter, en donde anunció que Víctor había conseguido terminar con su dolor y descansar, además de que Dios será misericordioso con su alma, ya que lo nombró un guerrero.
Escobar tenía 60 años, cuando se convirtió en el primer beneficiario del trascendental fallo de la Corte Constitucional que en julio de 2021 modificó el reglamento de la eutanasia en el país y permitió que sea empleada a personas que sufran de un profundo dolor físico o psíquico provocado por una enfermedad grave e insanable sin que se encuentre en fase terminal.
Los padecimientos de Escobar no terminaban ni con morfina, además recibió cuidados paliativos, y aunque funcionaron al comienzo, después no tuvieron el mismo efecto. El principal motivo se debe a los accidentes cerebrovasculares que sufrió en 2008, los cuales le hicieron perder la movilidad de la mitad de su cuerpo, la cual había restablecido parcialmente.
Posteriormente, se sumó la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), en la que necesita de oxígeno para poder respirar. Además sufría de hipertensión, diabetes, artrosis severa y síndrome de la articulación condrocostal. Escobar tenía 24 años y era camionero cuando tuvo un accidente en carretera que le implicó varios tratamientos médicos y tres cirugías de columna. Después trabajó en un laboratorio, donde según cree que le afectó la presencia de asbesto, un mineral que puede provocar afecciones pulmonares graves al inhalarse.
Cabe señalar que la eutanasia fue despenalizada en Colombia en 1997, sin embargo, no se estableció como una ley hasta 2015.
AA