Corea del Norte fue acusada por sus vecinos del Sur de presuntamente lanzar un misil balístico de largo alcance, días después de que Pyongyang amenazara on derribar unos aviones de espionaje provenientes de Estados Unidos que violaban el espacio aéreo de aquella nación.
Las relaciones entre las dos Coreas se encuentran en uno de sus peores momentos, sin contactos diplomáticos entre ambos países y un aumento de los ensayos armamentísticos del Norte, cuyo líder Kim Jong Un pidió desarrollar más su arsenal nuclear.
De su lado, Estados Unidos y Corea del Sur incrementaron sus maniobras militares conjuntas en la zona y prometieron acabar con el régimen norcoreano si hace empleo de sus armas nucleares.
El comando militar en Seúl explicó que había detectado el lanzamiento de un misil balístico de largo alcance sobre las 10 horas desde la zona de Pyongyang.
"El misil balístico fue disparado en una trayectoria vertical y recorrió mil kilometros antes de caer en el mar del Este", también conocido como mar del Japón, dijo el Estado Mayor Conjunto.
Corea del Norte ha empleado en varias ocasiones estos lanzamientos con una trayectoria más vertical para evitar que el proyectil cruce el espacio aéreo de países vecinos.
El disparo "es una grave provocación que lastima la paz y la seguridad en la península de Corea" y viola las sanciones de la ONU contra Pyongyang, dijo el comando militar de Seúl.
Un portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que la organización está "muy preocupada" por el lanzamiento, que también fue condenado por Estados Unidos y sus aliados, incluido Francia.
"Este lanzamiento es una violación descarada de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, eleva innecesariamente las tensiones y corre el riesgo de desestabilizar la situación de seguridad en la región", dijo en un comunicado el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Adam Hodge.
MQ