El rey Carlos III será coronado este 6 de mayo, 70 años después de que lo fue su madre, en una ceremonia cargada de tradición y simbolismo, única en Europa, que reunirá a miles de admiradores en Londres, sin embargo, no estará libre de protestas antimonárquicas.
Los invitados extranjeros, desde el presidente de Brasil, Luiz Igácio Lula da Silva, a los reyes Felipe VI y Letizia de España, pasando por la primera dama estadunidense Jill Biden, llegaron a Londres, donde el monarca dio este 5 de mayo una recepción en su honor.
Miles de turistas desembarcarán en Londres para gozar de la celebración de sus calles decoradas con banderas británicas. No obstante, pese a que la coronación de Isabel II en 1853 fue seguida por 27 de los entonces 36 millones de habitantes de Gran Bretaña, para este nuevo evento, el 62 por ciento de encuestados confirmó no estar interesado en acudir, según un sondeo publicado por YouGov.
Otra encuesta del mismo gabinete señaló que el 25 por ciento de británicos preferiría un jefe de Estado electo, porcentaje que asciende a 40 por ciento entre los jóvenes de 18 a 24 años.
A pesar de la actitud cercana y cálida de Carlos III, su decisión de colaborar en la investigación sobre los lazos de la monarquía con la esclavitud y su pasión de larga data por la ecología, le cuesta convencer a las nuevas generaciones.
- Internacional
Carlos III llegó al trono en Reino Unido, confrontando a múltiples desafíos, desde las aspiraciones secesionistas en Escocia e Irlanda del Norte, hasta la grave crisis por el coste de la vida.
“No vivimos la misma vida, ahora mismo mucha gente está sufriendo” por la crisis, dijo Eden Eawit, una londinense de 38 años que lamenta el elevado coste de la ceremonia, que es de hasta 125 millones de dólares, según la prensa, sobre todo debido a las excesivas medidas de seguridad.
Además, para el día de la coronación, el grupo antimonárquico “Republic” planea una protesta en el centro de Londres.
AA