Luis y Amparo sólo salieron para quitar la nieve de su cochera, pero no a trabajar. Ni lo harán en los próximos días. Como parte de un paro de labores convocado en redes sociales por la comunidad migrante mexicana en Chicago, Illinois, también decidieron no consumir productos de grandes franquicias para mostrar cómo, a través de la organización, podrían boicotear la economía de Estados Unidos ante la llegada del republicano Donald Trump a la Casa Blanca.
“Creemos que siempre, lo que se lucha con muchas ganas, se logra y, aunque ahorita somos poquitos, queremos que mucha gente se una a este tipo de luchas”, dijo a TELEDIARIO Amparo desde su casa, en lo que era el tercer día de protesta, de una convocatoria del 11 y hasta el 18 de enero.
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Ella y su esposo cuentan con la protección del programa de Acción Diferida para el Cumplimiento Laboral (DALE por sus siglas en inglés), un plan elaborado en 2022 para amparar a migrantes que habían sido víctimas de abusos laborales. La lucha para obtener ese logro los impulsa hoy para buscar la unidad de la comunidad migrante ante la retórica antiinmigrante del magnate, que llevará a cabo su segundo mandato presidencial.
“Que sepan que hay que seguir luchando para que este presidente que entra no haga deportaciones y nos deje trabajar a gusto. Y que después sigan luchando y se haga un camino a la residencia o que nos dé permisos de trabajo para todos”, aseguró Luis a TELEDIARIO.
El mexicano, originario de Morelia, Michoacán, confesó que fue su esposa quien lo impulsó a participar en la lucha de la comunidad migrante por sus derechos, y que el obtener el amparo del programa DALE le ha llevado, hoy, a participar en la resistencia civil.
“Me regresaron los ánimos, entonces yo ahora apoyo a todos; si dicen que hay que ir a Washington, voy, si dicen que hay que ir a Chicago, yo voy. Yo apoyo a todos porque yo sé que con la lucha sí se puede, que si la gente sigue luchando puede lograr algo”, dijo.
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Amparo, por otro lado, reveló que la protesta ha involucrado a toda su familia, incluyendo a su hija.
“A mi hija le gustan los productos de McDonald’s y pues esta semana definitivamente no vamos a consumir nada de ninguna franquicia, de ninguna corporación que sea grande y que nos ven como máquinas de dinero nada más”.
Ana Castro, también mexicana, es esposa de Fernando Fuentes, uno de los activistas que participó en la convocatoria de redes sociales, principalmente TikTok, para el paro de labores. Aunque su empresa de limpieza fue recientemente creada, decidió apoyar a su pareja, a pesar del temor a represalias.
“Movemos la economía, así como trabajamos gastamos, siento que si nos uniéramos todos, sin miedo a dejar de trabajar, sé que todos tenemos miedo de perder el trabajo, porque es mi miedo también, pero más vale no trabajar una semana a perder un miembro de tu familia”, comentó.
Fernando, quien colabora con su esposa, espera que el ejercicio además siente un precedente de lo que puede lograrse una vez que Trump comience a aplicar su agenda migratoria, ya sea que cumpla sus amenazas o no. Espera que los migrantes dejen de ser una moneda de cambio para cada candidato, partido o administración que los toma como bandera para sus campañas: “que (Trump) voltee a ver lo que nosotros podemos hacer si nosotros verdaderamente participamos al cien por ciento.”
KT