El pasado domingo, el candidato presidencial republicano Donald Trump protagonizó un inesperado evento durante una visita a un McDonald’s en un suburbio de Filadelfia, en el condado de Bucks. El expresidente sorprendió a los asistentes al intentar trabajar en la estación de papas fritas y en la ventanilla del autoservicio del restaurante, generando un inusual espectáculo en medio de su campaña presidencial.
Donald Trump, conocido por sus apariciones poco convencionales en la campaña, comentó al propietario del establecimiento que siempre había soñado con trabajar en un restaurante de comida rápida. Para demostrarlo, el expresidente no dudó en quitarse la chaqueta de su traje y colocarse un delantal negro y amarillo, para luego dirigirse directamente a la freidora.
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En medio de varias cámaras que capturaban el momento, Trump comenzó a sumergir cestas de papas en aceite hirviendo, las saló y las sirvió a través de la ventanilla del autoservicio a los sorprendidos clientes. La escena atrajo a miles de personas, quienes se aglomeraron fuera del restaurante para presenciar la curiosa interacción del exmandatario con el personal del McDonald’s.
En un momento particularmente animado, Trump asomó la cabeza por la ventanilla del servicio a automóviles y exclamó: “¡Oigan todos, me lo estoy pasando muy bien aquí!”. Su equipo de campaña, siempre atento a los gestos mediáticos, no perdió la oportunidad de grabar la escena y compartirla en redes sociales, donde rápidamente se viralizó.
¿De qué manera Donald Trump se burló de Kamala Harris?
La inusual visita al restaurante, según declaró el mismo Trump, también tenía un propósito más allá del show. Al referirse a Kamala Harris, la actual vicepresidenta, afirmó que la maniobra era una forma de burlarse de ella, quien en ocasiones ha mencionado que trabajó en McDonald’s durante su época universitaria.
Trump, sin embargo, cuestionó la veracidad de esta afirmación, aunque no presentó pruebas que respalden su acusación. Mientras tanto, Harris, que estaba haciendo campaña en Georgia, calificó el gesto del expresidente como un signo de su desesperación ante los resultados de las encuestas.
¿Cuál es el objetivo de Trump con esta estrategia?
En un momento crucial de la carrera presidencial, con las elecciones a solo semanas de distancia, Trump sigue buscando maneras de atraer a más votantes. El expresidente ha ido ganando terreno en los sondeos, los cuales revelan una competencia cerrada con el Partido Demócrata. Pensilvania, un estado clave que ha sido históricamente disputado, representa un premio codiciado para ambos candidatos. Con algunos votantes que ya han emitido su voto por correo, la contienda se intensifica cada día.
Los suburbios de Filadelfia, donde Trump hizo su visita, serán determinantes para su campaña. Cientos de seguidores del expresidente se congregaron a la orilla de la calle, celebrando su aparición con una fiesta improvisada en el estacionamiento de un centro comercial cercano. Por otro lado, no todos los presentes eran partidarios de Trump. Alrededor de 50 personas se manifestaron en el lugar para protestar contra la visita, reflejando la división política que predomina en el país.
Mientras tanto, la campaña de Harris se enfoca en asegurar el apoyo de las grandes ciudades con mayoría no blanca, como Detroit y Atlanta, para consolidar las victorias demócratas de 2020 en estados clave como Michigan y Georgia.
Este tipo de gestos de Trump, aunque criticados por algunos, le han permitido mantenerse en el centro del debate político, atrayendo tanto a sus seguidores más fieles como a la atención mediática en un momento clave de la campaña electoral.
AM